viernes, junio 02, 2006

TLCMANIA

Un querido amigo ultraneoliberal (de los que considera a Otto Guevara y a Malavassi como moderados), me remitió, con el único fin de provocar una furibunda respuesta mía (la cual obtuvo), una noticia publicada en La Prensa de Nicaragua, según la cual en treinta días de aplicación el TLC de Centroamérica, República Dominicana y EE.UU. había generado ocho millones de dólares de ganancia. Mi respuesta palabras más, palabras menos decía:

En sólo 30 días diez empresas decidieron venir a Nicaragua!

Sí ¿en sólo 30 días realizaron los estudios de mercadeo, de factibiliad, de impacto ambiental, de factores de riesgo?????? NOOOOOOOOOOOO! Se vinieron de cabeza porque Nicaragua dijo las palabras mágicas ¡TLC! y presto! ¡10 empresas nuevas!!!!!!

Por favor, hasta el más sesudo neoliberal ultraderechista se daría cuenta que esas empresas iban a entrar a Nicaragua antes del TLC (NADIE EN EL CAPITALISTA MUNDO DE NEGOCIOS TOMA DECISIONES EN 30 DIAS).

Lo que sí me quedó claro de la nota periodística nicaragüense, es que estamos viviendo lo que yo llamaría la TLCMANIA. Déjeme explicarles el término. En los años sesenta había un grupo musical en Liverpool que se dedicaba a tocar música con algunas guitarras eléctricas, un bajo barato y una tabla de lavar la ropa. Eventualmente consiguieron un baterista, contrataron un manager y decidieron darle la vuelta al mundo. Por cierto el grupito era este:

Cuando Brian Epstein contactó a los empresarios de Capitol (subsidiaria de la casa disquera inglesa EMI en EE.UU), con el fin de que se promocionara la llegada de los Beatles a New York para la presentación del grupo en el Ed Sullivan Show en febrero de 1964, comenzó a desarrollarse la más recordada muestra de marketing que se diera en los 60's en el territorio norteamericano. La receta fue muy sencilla. Los Beatles grabaron una canción que se pareciera más a la música que los gringos estarían dispuestos a escuchar en esa época, tomando en cuenta que con la muerte de Buddy Holly a finales de los cincuenta se habían quedado sin su mejor exponente del pop y que El Rey estaba en el ejército o haciendo películas estúpidas. Además el asesinato de Kennedy en noviembre del 63 mantenía al país de luto y las emisoras tenían ya un par de meses de no programar nada de rock'n'roll.

Así fue como I want to hold your hand estalló en las emisoras con su fuerte compás binario, su letra simple y el mensaje oculto: Se acabó el duelo, que comiencen los sesenta. ¿Milagros de la música? No. La respuesta es milagros del marketing. Durante dos semanas, las principales emisoras de radio de EE.UU sólo programaron música de los Beatles. En ese lapso, se inventaron productos, se dieron entrevistas, bastante gente hizo un poco de cosas para ganar dinero y promocionar la imagen de los cuatro de Liverpool (una de las más originales, contar los días, horas y minutos que faltaban para la llegada en Beatle's minutes). Sin ese esfuerzo de marketing, los Beatles, por más buenos que hubieran sido (y de verdad lo eran), no hubieran podido entrar al exigente mercado norteamericano. Cuando en la segunda semana de febrero del 64 llegaron al Aeropuerto JFK en medio de la convulsión (literal) de miles de histéricas quinceañeras, un periódico bautizó el fenómeno que se observaba con el mejor nombre posible: BEATLEMANIA.

¿Por qué saco a los cuatro de Liverpool para hablar del TLC? Porque el mismo fenómeno estamos viviendo ahora con el TLC. Estamos observando una campaña en todos los medios, pagada o no pagada, donde observamos básicamente sólo los beneficios del Tratado, y la crítica es callada de inmediato por la falta de legitimación de sus exponentes. Es la TLCMANIA. Para diciembre, que es la fecha anunciada para su aprobación en nuestro país, estaremos tan saturados de mensajes positivos, que el ambiente será de animadversión pura en contra de aquellos que se opongan al nuevo ídolo (sigo con la Beatlemanía, en los sesenta en EE.UU usted podía caer en el ostracismo social si era adolescente y criticaba a los Beatles). Pronto veremos el TLC hasta en nuestra sopa (Guatemala ya lo ratificó así que esperen pronto la sopa Maggi de letras que sólo tiene la C, la A, la F, la T y la A). Seremos tan saturados del producto, que les garantizo, la gran mayoría va a terminar comprándolo. Esta vez, nadie va a permitir que suceda lo del Combo. Esta vez nos van a vender realmente el producto.

Por supuesto la Beatlemanía fue un éxito porque el producto era muy bueno.

¿cómo va a resultar el producto de la TLCMANIA? ¿O suena mejor CAFTAMANIA?.

...


Si me disculpan, voy a ir a escuchar el disco HELP!

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