jueves, marzo 30, 2006

El mal pulpero.

Había una vez un pulpero que tenía una pulpería en un barrio de nuestro país. Un lunes para la madrugada cuando se aprestaba a abrir su negocio se dio cuenta que sólo tenía en el enfriador una barra de mantequilla. Frente a esta situación se planteó los siguientes problemas: a) El distribuidor de productos lácteos sólo pasaba los viernes. b) el dinero para los lácteos él lo guardaba en un cajón específico, y como el viernes había comprado productos para el lunes ese cajón tenía muy poco dinero, por lo que no podía comprar mucha mantequilla a riesgo de quedarse sin dinero para el pedido ordinario de los viernes. c) si abría el negocio y se le agotaba la mantequilla los clientes se irían a buscarla al abastecedor de su competidor, quedando su nombre comercial afectado ya que muchos vecinos podrían pensar que en esa pulpería no se encuentran los productos básicos. Frente a tantas posibilidades, el pulpero no lo piensa y toma dinero del cajón del dinero para las verduras (de las cuales tiene suficientes) y llama a otro proveedor para que le mande de emergencia más mantequilla.

Ahora imagínese que el pulpero es el Estado. Frente a los mismos problemas el Estado no tiene las soluciones del pulpero: Primero: Si no tiene dinero en una partida presupuestaria específica para ello, no puede comprar mantequilla. Si tiene dinero en una partida presupuestaria diferente, no puede tomar el dinero y utilizarlo para comprar la mantequilla por cuanto de previo debe realizar un procedimiento de modificación presupuestaria autorizada por entes tan “eficientes” como la Contraloría y la Autoridad Presupuestaria. Por último si de casualidad tuviera el dinero, no puede llamar a un proveedor de emergencia sino que debe convocar a por lo menos tres proveedores y pasar un procedimiento de Contratación Administrativa que durará en el mejor de los casos un mes (si es una contratación directa).

¿Y sabe usted cuál es el problema mayor? Que usted y yo los clientes (usuarios) del Estado, no tenemos la opción de los clientes de la pulpería. Algunos de los servicios del Estado sólo pueden ser dados por el Estado (certificaciones de nacimiento, registro de propiedad, pago de multas de tránsito, pago de impuestos, y un enorme etcétera…), y los usuarios no tenemos la opción de acudir a otro pulpero para obtener el mismo servicio (aquí no cabe la discusión de la privatización y la competencia, no estoy hablando de servicios rentables como los del ICE, me refiero a los servicios básicos que cualquier Estado, hasta el más ultraliberal, debe prestar).

Durante los últimos años, nuestra sociedad ha venido exigiéndole al Estado mejores servicios, más eficiencia, mejor planificación, reducir la corrupción y mejor atención al público. Pero a la vez hemos exigido que el Estado tenga cada vez más estrictos controles sobre los recursos públicos, y la conclusión parece ser que en el actual marco legal, el exceso de trámites, controles y procedimientos establecidos por Ley superan la posibilidad real de tener un Estado eficiente. Y a pesar de todas las leyes de control interno y en contra de la corrupción, los actos de corrupción siguen existiendo y lo que es peor quedando impunes.

Algunos sostienen que todo comenzó en 1978 con la aprobación de la Ley General de la Administración Pública y que el clímax de esta situación la ha provocado la Ley en contra de la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito, que obliga a ciertos funcionarios a declarar bajo juramento hasta el contenido de su guardarropa para luego establecer un grupo de supuestos delitos que a la vista de un novato del Derecho Penal como el suscrito resultan inconstitucionales e inaplicables. Esa ley, en mi criterio es el mejor ejemplo de los males de nuestro Estado: Por un lado establece un rigor casi humillante en el tema de las declaraciones juradas de bienes de los funcionarios (por cierto, una de las muchas razones por las cuales algunos de los futuros ministros del Dr. Arias han rechazado el ofrecimiento de formar parte del Gabinete), pero por otra la redacción de la parte sancionatoria penal deja tipos penales abiertos, redacciones poco claras y violaciones a principios constitucionales (con lo que podemos decir que no va a ser posible meter a la cárcel a nadie por los delitos creados en esa norma). La Administración Pública ha evolucionado hacia el control por el control, olvidándose de administrar y además (y es lo más grave) imposibilitada materialmente por las misma leyes a sancionar.

De modo que nuestro pulpero Estado no puede comprar mantequilla el lunes por la mañana, porque si la compra usando los fondos del otro cajón, algún ente de control detendrá la contratación por tiempo indeterminado, y además se le abrirá un procedimiento al pulpero que intentó la compra para despedirlo con el resultado de que dos años después por orden de la Sala Constitucional habrá que reinstalarlo en su puesto, y el que lo sustituyó durante esos dos años nunca pudo comprar la mantequilla por cuanto la contratación sigue esperando el refrendo de la Contraloría.

Mientras tanto, la fila de la pulpería ya se salió del barrio, y el pulpero está pensando seriamente en llamar a los anti-motines, por cuanto por razones que no comprende los integrantes de la fila están hartos de esperar la mantequilla…

lunes, marzo 27, 2006

El canta sólo.

Debo admitir que hace años no asisto a ningún concierto. Par mí la edad de los conciertos comenzó bajo un aguacero gigantesco en setiembre de 1988 (Human Rights Now!) y terminó un año más tarde bajo otro diluvio escuchando al verdadero Charly García (el actual me parece una mala copia y además pasada de moda). En ese período pude asistir a conciertos de Silvio, Mercedes, Milanés y Serrat. Los Enanitos Verdes y Miguel Mateos venían casi cada fin de semana, y aunque Soda Stereo era más del gusto de mi hermana, por lo menos a uno de sus conciertos asistí. Mención aparte merecen los guatemaltecos de Alux Nahual, con quienes desde el 87 me unen lazos de complicidad eterna (a pesar de los cuales no fui a su concierto de despedida, me negué a ir y varios de mis camaradas me lo reclamaron, pero para mí la generación de Alux no puede ir al Planet Mall, lo siento, punto final). Por lo demás el siglo XXI me dejó sin mi grupo favorito nacional (Goizueta y el Experimental), pues aunque sigue existiendo, ya no es lo mismo, con la mitad del elenco en Malpaís (el cual no me termina de gustar lo suficiente como para pensar ir a un concierto)

No se cuantos conciertos se han realizado en nuestro país desde entonces, pero ni uno solo de ellos (con la excepción del que dio Santana) me ha inspirado ganas de dejar las comodidades hogareñas para pasar por las incomodidades típicas del Estadio o el Gimnasio. Estoy convencido que lo único que puede forzarme otra vez a las filas interminables, precios ridículos y mojadas espectaculares es que McCartney viniera a Costa Rica. De ahí en adelante no me tomen en cuenta.

Sin embargo, como aficionado a la música me llamó la atención el “festival” que la Cervecería Costa Rica planea realizar en La Guácima. Y no me llaman la atención los grupos nacionales (muy buenos) ni los internacionales (los cuales en su mayoría desconozco), sino el regreso al país del británico Sting. Es la tercera visita que hace el ex de Police a nuestra tierra, y esta vez he decidido sacar el veneno que me dejó en la sangre este hombre desde el 14 de setiembre de 1988, cuando un bajo un huracán, se encargó él solo de arruinar el Human Rights Now!.

Recordemos la alineación de esa noche: Tracy Chapman (desconocida hasta ese día y una hermosa sorpresa, no sólo por su Fast Car, sino por su Sorry y otras grandes canciones), Youssou N'Dour (absolutamente desconocido, Peter Gabriel lo apadrinó para esos conciertos y la verdad no fue nada desagradable escucharlo), Peter Gabriel (que para la inmensa mayoría de los que fueron al estadio era sólo el cantante de Sledge Hammer), que para cuando terminó el concierto nos dimos cuenta que TODO el valor del boleto (¡mil colones!!!!) no cubría el haber escuchado la calidad de recital que nos dio (nota para los fanáticos: aquella fue la gira en la que Gabriel estrenó nada más y nada menos que IN YOUR EYES). Cerró Springsteen, que después de seis horas de rock alternativo decidió que los 25.000 mojados que estábamos ahí necesitábamos puro Rock’n’Roll y lo entregó a raudales, y además en algún momento de la noche se supone que cantó el británico Sting.

Es imposible de olvidar. Gabriel acababa de dejar el estadio en llamas con su concierto… siguieron los cuarenta minutos que tardaban en cambiar los instrumentos y equipos (con aquella maldita lluvia encima de nosotros) y por fin los acordes de King of Pain… y el estadio recuperó la intensidad que Gabriel nos había dejado, era nuevamente la locura… sólo que esa fue la única canción de Sting que nosotros conocíamos. Después durante una hora nos sometió a la tortura de escuchar completo su último álbum de Jazz (por cierto nada bueno) donde la única canción medio popular (o mejor aún populista) era Ellas Danzan Solas, que el británico había compuesto para la gira como una crítica a los militares suramericanos. Mientras tanto en la gradería nos quedábamos afónicos pidiendo Every Breath You Take, Roxanne, Message in a Bottle con el resultado que el desgraciado macho nunca las cantó.

Luego nos enteramos que supuestamente, Sting estaba tratando de dejar atrás su imagen relacionada con The Police (además de que estaba harto de la gira, por lo que incluso la abandonó para el concierto en India y regresó después). Lo cierto es que bajo aquél aguacero de los once mil demonios, nos cayó como una patada de mula, porque, al menos para este cristiano, ¡no cantó ni jota! Imagínese mi ira alcanzar límites apocalípticos cuando un par de meses más tarde veo al tipo por T.V. en el estadio de Boca en Buenos Aires, en el concierto de cierre de Human Rigths Now CANTANDO TODAS LAS CANCIONES DE THE POLICE!!!!!

Ese fue el fin de mi relación con Gordon Matthew Sumner. Nunca más estuve dispuesto a escucharlo. Cuando regresó al Palacio del Deporte, de seguro cantó hasta The Do do do, pero me importó un pepino; para mí fue el fin. Así que sirva esto como una advertencia para los que piensan pagar los astronómicos precios de las entradas del Festival de la Cervecería: Este caballero es un atentado musical a los derechos del consumidor, por lo que en la de menos les receta dos horas de música instrumental.

Por mí, el puede cantar sólo.

viernes, marzo 24, 2006

Esto no pinta bien.


Francamente no me gusta la actitud de Oscar Arias. Tal vez ya se me olvidó su primera administración, pero el cinismo con que está manejando la transición de gobierno no me parece razonable. Al fin y al cabo no es 1986, cuando el problema era la guerra y la oposición un solo partido con un líder identificable que era capaz de negociar lo que fuera con tal de obtener prestigio político.

Siento que el Dr. Arias no está leyendo bien la realidad nacional. Que él fue electo por una mayoría de costarricenses que apenas superó la otra “mayoría” de costarricenses por apenas 18.000 votos. El trato despectivo a las posiciones de Solís, el papel de víctima ahora que no le aprobaron el plan fiscal y la queja de no poder nombrar Ministros porque los salarios del Estado son muy bajos, son todas señales de una persona que, pese a ser uno de los costarricenses que en el papel parece más preparado para gobernar, no quiere conocer la realidad actual de su Estado.

Por que si yo hubiera sido el candidato a presidente ganador en las elecciones pasadas, como mínimo hubiera sabido: 1) que no iba a ganar por amplia mayoría, por lo que mejor me aprestaba a negociar con la oposición y me hubiera mostrado conciliador, aún en el caso de que el líder de la oposición de forma obtusa se empeñe en no reconocer mi triunfo, yo soy el presidente, mi primera función sería por lo menos aparentar que soy el gran conciliador. 2) hubiera sabido (porque soy abogado y profesor universitario, elementos que comparto con el Dr. Arias) que el plan fiscal iba a naufragar en la Sala Constitucional y tendría que tener lista la solución alternativa. 3) Sabría que como resultado de veinticinco años de inoperancia administrativa y gubernamental, ningún profesional responsable está dispuesto a exponer su prestigio fungiendo como Ministro, especialmente si en el sector privado gana mucho más.

Estas realidades eran evidentes. No veo porqué ahora hay tanto rasgo de vestiduras y rechinar de dientes. Pero por el momento las señales no son buenas. Tenemos que entender que este país está detenido desde mediados de la Administración Rodríguez, cuando el Presidente decidió que al no poder hacer el negocio del ICE no iba a gobernar más y dedicarse a otros negocios. La inmovilidad llegó a su clímax en este remedo de Administración y los costarricenses estamos necesitando de un cambio de timón realmente alentador. El Dr. Arias, perdónenme pero esta es mi impresión, parece harto de tener que tomar el poder el 8 de mayo por que nada le ha salido bien: no tiene mayoría absoluta en el Parlamento, no tiene Ministros, no tiene Partido Político, no tiene impuestos y lo único que ha hecho hasta ahora es quejarse de lo lindo.

Casi dan ganas de decirle si se metió a jugar aguante y si no le gusta puede salirse que hay otros queriendo jugar… claro, pueden apostar a que no va a querer salirse.

(fotografía de la BBC News)

jueves, marzo 16, 2006

Cómo le robaron el béisbol a los gringos.

No soy muy fanático del fútbol. No me afectan los resultados de Saprissa o Alajuela. Francamente cuando juegue Costa Rica en el Mundial la apoyaré, gritaré en contra del árbitro y cuando Alemania nos haya metido el cuarto gol apagaré el televisor y seguiré con mi vida como si nada. Pero el béisbol y el baloncesto son mi pasión. Los vecinos de Plaza Víquez desarrollamos una afición fuerte por ambos deportes, y en mi caso por casi toda mi carrera universitaria como estudiante fui comentarista deportivo del baloncesto nacional. Pero el béisbol tiene para mí ese encanto especial de ser el primer deporte que practiqué. Por eso veo por televisión más béisbol profesional al año que cualquier otro deporte y si el Estado Escarré estuviera en Heredia acudiría a ver partidos todos los fines de semana.
De modo que cuando los Estadounidenses lanzaron el denominado Clásico del Béisbol mundial de inmediato anoté en mi agenda las fechas importantes y sin dudarlo escogí como favorito al equipo de República Dominicana. ¡qué alineación! Soriano, Ortiz, Pujols, Abreu, Colón, etc. etc. Es el verdadero Dream Team del béisbol. Los Estadounidenses lo sabían y por ello ni en sueños se pusieron en el mismo grupo que ellos. Es más montaron los grupos para que a ellos le tocara lo más fácil, pero no se dieron cuenta que tanto en el Caribe como en el Pacífico Asiático el béisbol es ahora más importante que en su propio país.

La selección de Estados Unidos (montada a base de jugadores profesionales) ha tenido demasiados problemas para conjuntarse. Los millonarios jugadores han tomado el torneo como si fuera un paseo y están pagando las consecuencias: Casi han sido eliminados en dos ocasiones, y su afición no se siente identificada con los Jetter, Jones, Winn y Rodríguez. Si hoy no le ganan a México quedarán eliminados.

En las aceras de en frente los Coreanos y Japoneses juegan los partidos con sangre y honor. Dos veces Corea ha derrotado a los Japoneses y dos veces las caras de los Japoneses semejan a Samuráis deshonrados que están esperando la orden de su daíno para poder cometer el harakiri. Los Coreanos mientras tanto los insultan plantando la bandera de Corea en el montículo del lanzador. Los estadounidenses no entienden ese tipo de pasión. Para ellos, su deporte rey hace rato dejó de lado el honor.

En Puerto Rico, el llamado a formar parte de la Selección de su país provocó una desbandada de jugadores profesionales de sus campos de entrenamiento en Florida y Arizona. Berni Williams dejó todo para estar con los Puertorriqueños, lo mismo Iván Rodríguez y Carlos Beltrán. Es más, el lesionado Carlos Delgado estuvo en el vestidor y cuando se le pidió jugar en el juego decisivo frente a los cubanos no dudó en salir a pesar de su lesión. En Dominicana, el Dream Team latino está formado por profesionales que no dudaron venir para demostrar su calidad. Lo mismo ocurrió con los temibles lanzadores venezolanos que juegan en las Grandes Ligas. Y cada partido entre estas escuadras fue una batalla infernal, de altísima calidad, jugada a estadio lleno, con merengue y salsa de fondo, con broncas en las graderías, con amenazas de muerte segura para los árbitros. Los estadounidenses no entienden ese tipo de pasión. Para ellos, su deporte rey hace rato dejó de lado el orgullo.

Tan profesionales son estos latinos como los norteamericanos. Tantos millones de dólares ganan unos como otros. Pero algo en la psique de los jugadores gringos no está funcionando para identificarse con su nación (lo mismo les sucedió en el baloncesto, cuando sus millonarios jugadores de la NBA perdieron el Mundial y las Olimpiadas de forma humillante). Los latinos, y los orientales, han tomado el deporte rey de los Estadounidenses y los han transformado en su pasión, su orgullo, su honor. Al parecer para los gringos, su deporte rey es ahora un espectáculo más, tan trascendente como una película dominical en la que participe Tom Cruise.

Y en medio de esa batalla de honor, pasión y desidia, los cubanos, los campeones mundiales y olímpicos, esos pícaros jugadores de camiseta roja y talento monstruoso, invitados a pesar de la oposición de George W. ya están en semifinales, dispuestos a aguarle la fiesta a todos. Tal vez Bush, como antiguo dueño de un equipo de béisbol supo que traer a Cuba era peligroso, no por la amenaza comunista, sino porque tal vez el lunes en San Diego jueguen la final contra los gringos… y Mr. George no quiere ni imaginarse el resultado.

(fotos de REUTERS)

viernes, marzo 10, 2006

¿Dónde quedó la lectura?

Cuando tenía doce años la lectura era mi pasión. Siempre recuerdo la emoción inicial de comenzar un libro nuevo, especialmente de un autor que ya conocía y por ende quería ver como me sorprendía (Verne lo logró siempre, otros no tanto). Conforme fui madurando la lectura se volvió parte de mis obligaciones como estudiante, y posteriormente como profesional y profesor. Sin embargo siempre vuelvo a los libros y autores que me entretenían cuando era más joven.


Gracias a las bibliotecas públicas que existen hoy en día en Internet, he recuperado casi doscientos cincuenta clásicos (para no violar derechos de autor) y como si fuera otra vez un jovenzuelo de doce años me he fascinado descubriendo aventuras nuevas que no pude vivir en su momento y que ahora puedo leer. Por fin después de años de búsqueda, Tarzan ha llegado a mis manos, he descubierto que los tres mosqueteros tuvieron una segunda parte memorable y una tercera parte ridícula (al parecer Dumas contrataba escritores a sueldo para que escribieran parte de sus obras y creo que para la tercera parte de sus mosqueteros dejó al inconciente de su hijo –autor de la Dama de la Camelias – que aniquilara el género de los mosqueteros para siempre).

En realidad casi no puedo esperar el momento que mis hijos puedan echarle mano (y ojos) a estos clásicos, y ahí me asalta el pánico: ¿podré convencer a mis hijos del Siglo XXI que leer es una buena idea? Que no es un arte moribundo, sino que realmente es necesario. Mi preocupación viene de la experiencia como profesor, que me ha demostrado que el noventa y cinco por ciento de mis estudiantes, que deberían tener el hábito de la lectura por cuanto se supone aspiran a ser abogados, no leen. No tienen la lectura como pasatiempo. Ignoran quién es Nemo, D’Artagnan, o incluso no conocen a la familia Buendía y ni siquiera fueron capaces de conocer a mi amigo de infancia, vecino de Alajuela y niño problema Marcos Ramírez.

Lo más sorprendente es que dos de mis colegas de la Universidad (con los que tengo una excelente amistad), me han manifestado abiertamente que no tienen “tiempo” para leer cosas que no sean relacionadas con su profesión (aunque en uno de los casos la esposa de uno de ellos estaba leyendo Harry Potter como diversión y preparación para el tiempo en que alguno de sus hijos se le ocurriera leer esos libros).

Admito que la Televisión para mí es un medio fascinante, y que la Internet ha resultado ser tan absorbente como una novela de misterio de Agatha Christie. Pero ninguna de esas dos actividades (las cuales uso y consumo diariamente) me han separado de la lectura recreativa. Pero las nuevas generaciones parece que han abandonado ese hábito, y si algo tengo claro es que los centros de enseñanza (públicos y privados) se niegan a incentivarlo (creo por que los profesores se niegan ellos mismos a leer).

Sólo espero que el ejemplo enseñe a mi hija que puede leer Mujercitas y que es mejor que ver la película y que mi hijo comprenda que nunca habrá mejor interpretación del Corsario Negro que la que él pueda fabricar en su mente. Y para comenzar si me disculpan debo desconectarme para terminar Los Borgia de Mario Puzo, y espero que ustedes disfruten el fin de semana un buen libro.

jueves, marzo 09, 2006

Madurez Política

Si viviéramos en un país con un modelo de Estado Parlamentario, los problemas de la elección pasada (en su mayoría provocados en mi criterio por la inoperancia del Tribunal Supremo de Elecciones, pero esto lo trataré mañana) no hubieran provocado el ambiente de “incertidumbre” (entre comillas por cuanto era evidente que no iban a ocurrir grandes variaciones en los resultados). En un sistema parlamentario (como los existentes en Alemania, Inglaterra o Israel), el Dr. Arias hubiera tenido que concertar un gobierno de coalición, compartiendo el poder con alguno de los partidos derrotados.

En este sentido, Don Óscar hubiera podido escoger como miembro de la colación a los partidos minoritarios en cuanto a representación en el Parlamento (PUSC con cuatro o cinco diputados, Movimiento Libertario con seis, PASE con uno, y PRN con uno) para buscar una mayoría absoluta junto con sus veinticuatro o veinticinco diputados.

Esta primera fórmula es similar a la seguida por Sharón en Israel y antes de él Netanyahu cuando el Likud se alió con los minoritarios de extrema derecha para formar el Gobierno. En esta ecuación es casi seguro que Liberación no podría contar con el aporte del diputado del Frente Amplio. La fórmula tiene grandes desventajas por cuanto la alianza depende de partidos pequeños en representación que si se salen de la coalición producen fisuras en el Gobierno (Sharón perdió el apoyo primero de la extrema derecha israelí y cuando perdió el control del parlamento por ende, el Likud decidió separarse ideológicamente de su Primer Ministro con lo que se provocó la disolución del Parlamento y la consecuente convocatoria a elecciones).

La segunda posibilidad de coalición hubiera sido similar a la producida en Alemania con la elección de Angela Merkel, que al no obtener una mayoría absoluta decidió optar por un gobierno de coalición con el Partido Socialista de Gerhard Schröder (que fue segundo en las elecciones. En este caso, la coalición se da entre partidos mayoritarios y comparten el Poder, con la ventaja de que se garantiza la gobernabilidad al estar tanto el Ejecutivo como el Legislativo integrados de forma similar, lo que facilita (en principio) la cooperación entre Poderes. Evidentemente este tipo e alianza en países como el nuestro puede provocar resquemores por cuanto hubiera implicado que el PAC cogobernara con el PLN ocupando cargos en el Poder Ejecutivo, lo que en principio parece ideológicamente imposible (claro eso implica aceptar que ambos partidos tienen alguna ideología lo cual es discutible).

Aunque nuestra Constitución no contempla la posibilidad jurídica del Gobierno de Coalición; sinceramente, este servidor esperaba al menos un gesto de acercamiento por parte de ambos contrincantes políticos. Creo que si bien los medios de comunicación masivos se encargaron de aniquilarle al PAC y su candidato buena parte de su “encanto” al combatir furiosamente la actitud del partido de solicitar nulidades del proceso electoral, un gesto del Dr. Arias (que insisto se perfilaba ganador desde el domingo 5 de febrero), de acercamiento e invitación a formar parte del gobierno al PAC hubiera sido una excelente maniobra (un jaque ajedrecístico). Hubiera implicado que Arias aceptaba que una minoría extremadamente representativa lo adversaba (y adversa) como Presidente, por lo que invitaba a esa minoría a formar gobierno (nota al margen al día de hoy Don Oscar sigue hablando como si lo hubieran elegido dos millones de costarricenses y ganado la elección por un 75% de los votos lo cual en mi criterio es una falta de respeto a la “minoría” de cerca del 40% de los electores que no votaron por él).

Ese gesto, hubiera puesto en jaque a Ottón, por cuanto un rechazo absoluto a la idea (que sería lo esperable) lo dejaba como político sediento de poder que sólo aspira al poder personal, y se lo aceptaba y coincidía con don Oscar en formar el gabinete de forma conjunta, el PAC tendría que cargar con los aciertos y desaciertos de la Administración Arias (como ya lo hizo en parte con la de Pacheco) entre ellos la aprobación del TLC. Sin embargo, la sola presencia del gesto (por parte de Oscar) y su estudio y resolución (por parte de Ottón) hubieran sido un verdadero examen de la madurez política no de nuestro pueblo (que ya la demostró), sino de sus políticos (que siguen sin demostrarla)

En todo caso el gesto no ocurrió, pero me hubiera gustado que frente a un proceso electoral como el vivido, los costarricenses hubiéramos tenido la oportunidad no sólo de probar nuestra madurez como electores, si no de medir la madurez de nuestros gobernantes. Por el momento ¿alguien quiere modificar la Constitución para que pasemos a un Régimen Parlamentario?

miércoles, marzo 08, 2006

Los últimos vaqueros

¿Alguno de ustedes puede imaginarse a Clint Eastwood en una de las películas de Sergio Leone tratando de darle un beso a Lee Van Cleef? Al parecer los norteamericanos han decidido darle un cañonazo a una de sus más grandiosas mitologías (la de los heroicos vaqueros), al elevar a rango de obra maestra la película Brokeback Mountain de Ang Lee y cientos de aficionados al género lo único que pueden hacer es rechinar los dientes en desesperación.

Me considero un aficionado discreto de las películas “western”. En mi criterio las mejores son, en su orden, Imperdonables de Eastwood, El Pistolero (última película de John Wayne), los Siete Magníficos (aunque la versión original Los Siete Samurais de Kourosawa es un millón de veces superior) y la trilogía clásica del spaghetti western italiano: Por un puñado de dólares, Por unos dólares más y El bueno, el malo y el feo. Mención especial merecen Pequeño Gran Hombre y Danza con Lobos por presentar westerns donde los indios son los buenos. En todos los casos mencionados existe un denominador común: Los vaqueros son machos, y muy machos (de los indios nunca tenemos seguridad y en Pequeño Gran Hombre uno de los indios era abiertamente gay). Por ello la película de Ang Lee es meritoria al tocar un tema que a nadie se le había ocurrido: Los vaqueros pueden ser homosexuales.

Sin haber visto la película (por absoluta falta de tiempo, no por prejuicio), me parece que hubiera sido más meritoria si la hubieran ubicado históricamente a principios del siglo pasado (cuando los vaqueros eran los vaqueros) y no en una época tan contemporánea donde la sociedad tiende a aceptar cada día más que tiene prejuicios y que debe superarlos. En ocasiones olvidamos que los vaqueros reales no eran sólo asaltabancos, perdonavidas y alguaciles. En realidad esas profesiones eran las menos. Los vaqueros, como su nombre lo indica con claridad meridiana eran arreadores de ganado y viajaban cientos de kilómetros con su hato buscando pastos, bebederos y lugares de venta. Esos viajes no eran cortos y sólo viajaban hombres, por lo que me imagino que más de un “secreto de la montaña” tuvo como protagonista a vaqueros de principios de siglo.

Pese a lo anterior no creo ser capaz de soportar la idea de Eastwood y Van Cleef en una escena amorosa y francamente creo que John Wayne hubiera matado al guionista con sus propias manos antes de terminar de leer el guión de Brokeback Mountain. Pero creo que todos estamos seguros que un vaquero de apellido Hudson no hubiera dudado un segundo en aceptar (siempre y cuando Montgomery Clift hubiera sido su contraparte).

lunes, marzo 06, 2006

Las elecciones en Costa Rica

Creo firmemente que Oscar Arias hará un buen gobierno. Lo creo porque la última vez que estuvo en el poder demostró que era capaz de gobernar este país, mejorar las condiciones económicas internas y ponernos en el mapa de las relaciones internacionales. En lo que sigo sin creer es en la forma inconstitucional en que tuvo la opción de llegar al poder. Por años he sido un fiel creyente de la reelección presidencia y de la carrera parlamentaria. Pero esta creencia se basaba en el cumplimiento de un requisito básico: La reforma a nuestra Constitución. La Sala Constitucional cometió una imprudencia de carácter mayúsculo al modificar la Carta Magna, y lo digo como Abogado, y ningún colega me va poder convencer de lo contrario.

Aún así, considero que Oscar va a lograr un buen Gobierno y que tal vez hemos presenciado el fin del Partido Unidad Social Cristiana (especialmente si Calderón insiste en salir a la Luz Pública como Redentor). Lo que casi nadie ha podido precisar con claridad es que realmente vivimos también en estas elecciones el ocaso de Liberación Nacional como Partido Político.

Seamos claros, Liberación no fue un partido en esta campaña, fue un candidato (máxima que también se le puede aplicar al PAC). Quiten a Oscar de la ecuación electoral, sustitúyanlo por otro (cualquiera) y Liberación tendría hoy cinco o seis diputados electos y Ottón sería Presidente. Los liberacionistas invirtieron a corto plazo sin darse cuenta que no queda nada en la cantera para sacar para el futuro. ¿Quién será el líder que sustituya a Arias? ¿Kevin? ¿Laura? ¿Sandra Pisk? ¿Anabelle González? ¿O tal vez están pensando en Fernando Sánchez? (para que todo quede en familia)… hay uno más pero lo sacaremos más adelante, lo cierto es que ninguno de esos nombres parece tener el peso político necesario para tomar las riendas de una campaña.

Los que estuvimos en las tiendas verdiblancas siempre creímos en la existencia de una especie de sucesión natural en los líderes, pero algunos fueron sustituidos (José María tomó el lugar que creímos eran de Muni) y el otro se marchó (Antonio era el heredero político del figuerismo y los chicos ADT, pero su salida lo aniquiló políticamente). Ahora vemos a un Liberación sin líder claro para la campaña del 2010 y creo yo que va rumbo a seguir los pasos del PUSC, pagando finalmente el precio de haber traicionado su ideario y haberse entregado al liberalismo y a la corrupción y creo que si Rolando Araya casi lo entierra la elección antepasada, su hermano Johnny le pondrá la corona al sepulcro cuando sea candidato en el 2010.

El PAC para mí será un fenómeno temporal en la medida de que se siga centrando en la figura de Ottón. En cinco años de existencia el PAC es Ottón y creo que todos tenemos claro que Ottón va a seguir siendo candidato del PAC hasta que se harte de perder (me recuerda a un eterno candidato mexicano que se enfrentó por años al PRI para perder cada vez y que cuando por fin hubo una oportunidad de ganar él ya se había “quemado” tanto que tuvo que conformarse con el tercer lugar detrás de Fox y del PRI, perdón si no recuerdo el nombre pero creo recordar su apellido: Cárdenas con un nombre indígena adelante). Adicionalmente, el PAC sigue siendo el mismo desastre ideológico de hace cuatro años, donde concuerdan derechistas, izquierdistas, socialdemócratas ¡y hasta socialcristianos!!!! Cuando vi a Oscar Aguilar Bulgarelli (el mismo Aguilar Bulgarelli que Alberto Cañas no soporta ni como historiador!) apoyando a Ottón me di cuenta que ese partido va a volver a sufrir los problemas internos que tuvo en la presente administración. Es imposible conciliar tanta gente con tanta agenda tan diversa.

Duele decirlo (porque adverso profundamente su ideario), pero el único partido con algo de coherencia ideológica es el Movimiento Libertario, y francamente creo que en cuatro años se pueden aprovechar de la carencia de líderes del PLN, los problemas internos que le pronostico al PAC y el funeral político andante que es el PUSC para alcanzar la presidencia, la mayoría legislativa.

Con lo cual, como siempre, Costa Rica iría en contra de todas las tendencias que fluyen en Latinoamérica, que ahora gira un poco a la izquierda, para sumergirnos en una extrema derecha mercantilista.

Pero sigo creyendo que Oscar va a hacer un buen gobierno…

Aunque de una vez advierto, yo no voté por él, así que no me echen la culpa si algo sale mal…

viernes, marzo 03, 2006

A los que entren al cuarto

Me imagino que aquellos que escriben en blogs comparten con el suscrito la necesidad de expresar de alguna forma su propio pensamiento (lo cual nos hace particularmente sensibles a ser objeto de crítica o burla por lo cual deberían considerarnos realmente valientes). Si bien por ahí había intentado un primer blog para publicar algunos cuentos que hace años escribí, la idea fracasó, por cuanto no tenía el tiempo para desarrollar nuevas ideas en el formato de cuento.

El blog personal debe ser más sencillo que un cuento o una novela por cuanto sólo derramas las palabras en la pantalla (suena mejor en el papel, pero bueno...), usando como tema central lo que realmente te de la gana. Sin embargo la tarea hasta ahora ha sido particularmente dura (creo que duré una hora sólo definiendo el título del blog).

Sea esta primera entrada entonces una advertencia para los visitantes del cuarto. Este es un cuarto desordenado. Las ideas están por todos lados, el piso (política), en la cama (amor), en el TV (entretenimiento), en el radio (música, deportes), etc., etc. Cada vez que usted ingrese es posible que yo haya juntado una de esas ideas y las haya acomodado un poco.

Así hablaré de todo un poco, y tal vez no tarde tanto en escoger el tema como tardaba originalmente para arreglar mi cuarto.