martes, octubre 30, 2007

Comentarios Cortos Octubre

Mi voto al parecer, fue el resultado de una alta traición que se confabuló para crear una tiranía de las mayorías que aniquilará los deseos y aspiraciones de las minorías oprimidas. Además para los partidarios del NO, todos lo que votamos SÍ en el pasado referendo somos una sarta de miedosos que le comimos gallina a las mentiras del Gobierno o unos perros capitalistas que estamos dispuestos a vender la patria. ¿Calificativos denigrantes? Tomando en cuenta que he sufrido los mismos calificativos desde mi época de dirigente estudiantil por los mismos que reprochan a los que ejercimos el derecho al voto, los calificativos (como decimos en Plaza Víquez) me resbalan.

Hablando de la dirigencia del NO. Se supone que uno de los adalides de este movimiento es un caballero que en alguna ocasión aspiró a la presidencia. Pero, ¿no es acaso el hermano de ese caballero el primero de los Alcaldes en la lista de los que se alinearon con el SÍ (y eso que es el UNICO Alcalde al que no pueden presionar económicamente). ¿No es además hermano del diputado que para que llegue a tiempo a votar A FAVOR de la agenda de implementación le ponen escolta policial desde Palmares hasta Cuesta de Moras?

Cambiando de tema: Según los libertarios el principal problema de tránsito del país no son los choferes irresponsables, son las carreteras mal diseñadas, y hasta que no diseñen bien las carreteras no habrá ley con multas severas para los irresponsables. O sea los libertarios creen que el borracho asesino maneja mal no por el alcohol sino por el diseño de la carretera…

Los diputados de la Unidad no quieren reunirse con el Directorio Político del Partido. Para creerse esa frase usted primero tiene que estar convencido primero que existen dos cosas: un Partido Unidad y unos diputados de ese partido. Pero espérese cuando se de la resurrección de uno de los Ángeles (el principal), ahí veremos diputados abrazando a ese mismo directorio… (si es que existe)

Carteles van, carteles vienen. La cartulina es derivado de la madera y además es poco biodegradable. La Asamblea Legislativa es un atentado ecológico. Pero al menos está cada día más entretenida.

Es bueno tener a la izquierda de vuelta en nuestro país (aunque se hayan dedicado a insultar tanto). Nuestro sistema político ya tiene Derecha (PLUSC) Ultraderecha (Los Otto’s Boys AND BY BOYS I MEAN BOYS NO GIRLS ALLOWED YOU HEAR ME EVITA?), Social- confusos (PAC) y ahora otra vez Izquierda. Si tan solo estuviera GW vivo y Cachimbal hubiera llegado a la Asamblea y sería un escenario político completo de nuestro país de hace treinta años.

domingo, octubre 21, 2007

Desempolvando la biblioteca 13.

Tal vez fue por lo cabalístico de la numeración, o tal vez porque como a todos me absorbió el boom del TLC y su referendo al punto de no poder escribir más que de un solo tema, lo cierto es que desde julio no hago las recomendaciones bibliográficas que prometí. Hubo además una causa adicional. Cuando hago la recomendación de biblioteca es porque me senté a leer de nuevo uno de mis libros (se supone que estoy desempolvando la biblioteca ¿no?), lo cierto es que desde hace un par de meses en mi mesa de noche está esperándome retador, con su mirada firme, con su lanza en alto, su flaco rocín y su compañero gordo y sabio, el Ingenioso Hidalgo en persona, que veinticinco años después de que una profesora de español lo trató de aniquilar ha regresado para que cabalgue de nuevo con él, en esa maravillosa edición de la RAE. Y yo, como un cobarde caballero de segunda categoría, lo he ido dejando de lado, bajo la burda excusa de que primero voy a leer los ensayos de Vargas Llosa, los estudios filológicos y los prólogos históricos que acompañan la edición. Y entonces me he castigado; No leeré nada hasta que Don Quijote haya cabalgado todo su camino de nuevo y vuelva a lecho de donde partirá hacia la inmortalidad. Y así, con esa determinación he comenzado. Pero desde que arranqué, por fin, me recordé del adeudo con los visitantes del Cuarto y decidí revisar algunas obras cortas para poder volver a la cabalgata. Les debo la crónica de mis aventuras con don Alfonso y por ahora les dejo un par de recomendaciones:

Desde el Jardín (Being There) de Jerzy Kosinski.

Esta novela es una paradoja del mundo comercial. Como best seller acaparó la atención del público por plantear la existencia de un nuevo profeta de la economía capitalista cuyo único mérito es ser un ignorante absoluto. Chance el Jardinero, al parecer retrasado e hijo ilegítimo del Anciano (un viejo acaudalado del cual nada sabemos), es sacado de su jardín vestido como millonario merced a la única herencia que recibió de su patrón (un traje elegante). Atropellado por la esposa de otro millonario, Chance es confundido por colega del mundo de los negocios y es llevado a la casa de un nuevo Anciano. Allí, su sabiduría de jardín lo lleva a rozarse por el mundo de los poderos y eventualmente alcanzar la máxima cima sin proponérselo.
La paradoja es que este es uno de los poquísimos libros a los cuales Hollywood le ha hecho el honor de hacer una película no sólo digna de la novela sino que, aunque ustedes no lo crean… extraordinariamente superior, con Peter Sellers en la mejor actuación de su vida. Recomiendo las dos (la novela y la película ampliamente)


La aventura de Miguel Litín, clandestino en Chile.

En algún momento de mi vida, tal vez influenciado por el humor negro y despiadado de mi abuelo, comencé a detestar cordialmente a García Márquez. No me malinterpreten, en cuanto termine el Quijote, los Buendía vienen directo a compartir mi casa por una temporada, por cuanto trato de leer Cien Años de Soledad al menos cada dos años. Pero mi abuelo siempre me decía que don Gabriel era un excelente periodista con grandes dotes de comerciante y el Amor en los Tiempos del Cólera me lo confirmó. Para mí esa novela fue un martirio de setecientas páginas que leí una vez y a la que NUNCA he querido regresar. Cuando salió El General en su Laberinto me pareció estar en presencia del relato de un sujeto resentido con Bolívar por haber cometido la osadía de liberar el continente suramericano sin ser colombiano. En ambos casos consideré que don Gabriel estaba escribiendo para vender.


Por eso cuando hace bastantes años me regalaron La aventura de Miguel Litín lo tomé con desgano y descubrí que en su humor negro mi abuelo solía decir verdades. Don Gabriel es un periodista extraordinario. Este relato, narrado en primera persona sobre hechos ocurridos al director chileno Miguel Litín durante un viaje a Chile de forma encubierta (sobra decir, durante la dictadura del Maldito), es una joya del periodismo que francamente reflejan las mejores artes de García Márquez y que además me reconciliaron con la pluma del autor. Años después Noticia de un Secuestro me ratificó que el autor es uno de los mejores cronistas del mundo. Litín viaja a Chile a filmar un documental sobre la dictadura, el relato es honesto y refleja los mitos y verdades del “milagro chileno” y el precio pagado por él. Además la narración transpira las emociones del narrador y nos deja con ganas de ver el documental (el cual por supuesto aquí a Costa Rica no llegó pero ni en versión pirata).

lunes, octubre 15, 2007

Algo estoy haciendo mal

Supuse cuando manifesté mi intención de voto, que algunos no compartirían mi opinión. Es más estaba dispuesto a aceptar las rabietas que lamentablemente fueron tan comunes en este proceso electoral. Gracias a Dios los comentarios recibidos fueron respetuosos y sinceros, pero uno de ellos me dejó una espina clavada en el orgullo.
Soy profesor desde 1993, cuando como abogado bisoño me puse al frente de un aula a enseñar a futuros contadores y secretarias las bases del derecho comercial y laboral. Seis años después acepté el reto de formar abogados y desde 1999 soy docente en la ULACIT. En todos estos años creía fielmente que estaba enseñando a mis alumnos a pensar, a debatir conmigo, a estar en desacuerdo conmigo porque se supone que van a ser profesionales y asumí que lo estaba haciendo bien.
Muchos de mi estudiantes han debatido (y debaten) mis pensamientos tanto políticos como jurídicos. Vvarios de mis estudiantes me han presentado apelaciones en contra de mis exámenes y las han ganado, sin que nadie pueda decir que estos hechos le haya costado una represala a nadie.

Pero si uno de mis estudiantes para hacerme una crítica a mi pensamiento tuvo que acudir a un anónimo, en este blog, algo estoy haciendo mal.

jueves, octubre 04, 2007

Mi segundo voto

Hace veintiún años, el primer domingo de febrero del año 1986 emití mi primer voto en una elección que luego resultó ser histórica. Ese voto lo emití a mis dieciocho años convencido en aquél momento de que la guerra de Centroamérica nos estaba alcanzando y que los Estados Unidos tenían la intención de meternos de cabeza en ella. Mi voto ayudó a escoger al candidato que estaba en contra de aquello y puedo decir, veinte años después que no me arrepiento de aquella primera vez de ejercer mi mayor derecho como ciudadano.

Ese mismo caballero me está pidiendo veinte años después el voto. Ya no para presidente, sino para modificar el modelo de desarrollo de nuestro país. Y para muchos en esta nación, su propuesta ahora es tan maquiavélica como aquella que nos quería imponer Reagan en el 86 con su candidato a la presidencia, y para muchos, y para él, rechazar esta propuesta es un suicidio para nuestra nación tan grande como el que hubiéramos cometido de entran en aquella maldita guerra.

Cuatro elecciones nacionales han pasado y en ninguna de las cuatro he sentido que mi voto sea tan importante como aquel primero. Hasta hoy. El domingo siete de octubre del año dos mil siete voy a emitir mi segundo voto. Porque por segunda vez creo firmemente que nuestro futuro como país está en juego. Como extraña coincidencia histórica, el mismo capitán que ayudé a poner en el barco hace veinte años me está señalando un horizonte. Y esta vez su señal me llenó de demasiadas dudas

A veinte años de aquél primer voto, mi segundo voto se basa sobre todo en aquello que no tenía hace veinte años: Mi experiencia. Al llegar a la madurez lo emito conciente de las consecuencias positivas y negativas de mi decisión. Mi voto proviene de casi dos años de escuchar, procesar, analizar, y sobre todo reflexionar. Nunca antes en mi vida he tomado en cuenta tantas variables de previo a acercarme a la urna. Nunca antes he escuchado tantas bravatas, mentiras, exageraciones, falacias, y maltratos por parte de los interesados en el resultado del proceso. He tenido que rechazar la propaganda por absurda, por servil o por falsa. He aprendido a obtener información por mí mismo, sin filtros ni edulcorantes ideológicos.

Por último, y al contrario de la mayoría de los actores principales, he partido del hecho de que aquellos que piensan de forma contraria al suscrito tienen las mismas posibilidades de tener la razón que yo. Respetando a los demás creo que haber encontrado la verdad. Y señores, esa verdad no es una receta universal, es mi verdad y me aferro a ella. Si a usted, amigo lector le sirve, se la dejo como referencia. Su pensamiento es tan valioso como el mío, al menos hagamos el esfuerzo de respetarlo.

Mi segundo voto, señores, es por el SÍ. Porque llegué al convencimiento de que necesitamos como país de ese cambio. Porque el cambio propuesto, a como está planteado, requiere de un esfuerzo hercúleo del gobierno para llevarlo a cabo. Porque ese cambio implica aceptar las condiciones que nos impone la realidad económica y política del mundo, pero nos deja un margen para controlar sus efectos. A partir del ocho de octubre, el Gobierno sólo tiene cinco meses para lograr su agenda de implementación, la lógica política IMPONE negociar esa agenda, ahí debe darse necesariamente el control. La activa participación ciudadana en el NO impone condiciones políticas que no existían en nuestro país hace años. Con el TLC aprobado, tendremos un cambio en nuestro modelo de desarrollo, pero será un cambio que dependerá en buena medida de nosotros. De triunfar el No, señores, aunque no quieran creerlo, el cambio se va a producir igual, sólo que será más doloroso.

Para este servidor, el TLC es un cambio positivo, con graves riesgos sociales y legales, la mayoría de los cuales sólo será posible determinar cuando comencemos su ejecución, y así paliarlos a tiempo. El NO, implica quedarnos aquí, sin movernos, esperando que por nuestro currículum supuestamente democrático, nos den nuevas oportunidades, y los riesgos son enormes, y nada tienen que ver con los gringos. Nuestro modelo de desarrollo señores está agotado, no porque el modelo fuera bueno o malo, sino por que fue destruido por años de gobiernos corruptos y movimientos sindicales tan corruptos como esos mismos gobiernos. Hasta donde yo sé, las transnacionales farmacéuticas, de comunicaciones y de alimentos no se van a esfumar por que digamos NO. La presión sobre nuestro país va a seguir hasta que adoptemos el modelo y creo que al final terminaremos vendiendo en céntimos lo que nos costó colones forjar.

Siempre recuerdo a José María Figueres diciendo primero a gritos que no habría PAE III y luego con lágrimas aceptando la realidad que le imponía el entorno internacional. Yo que creí en algún momento en ese capitán, me di cuenta en ese momento que hay mareas que no se pueden evitar, pero que uno puede pese a eso mantener el barco a flote y llevarlo a un puerto diferente. Mi segundo voto lo hago con vista en la Globalización, como esa enorme marea de la cual no puedo librarme, pero que estoy dispuesto a navegar en ella. Alguna vez leí (creo que a Hess en el Lobo Estepario) que los marinos tienen una mirada altiva por que día a día dominan el Mar, que es el más impredecible medio de vida y de muerte, no hay marino cobarde. Me siento como Ismael frente al barco de Ajab: A pesar del riesgo, estoy dispuesto a montarme en él, porque quedarse en la playa en este momento no es la opción, no si valoro mi idea de libertad, y la de mis hijos.

¿Y saben que es lo mejor? Que tomo esta decisión consiente de que puedo estar equivocado, y maravillado de saber que la decisión que al final se adopte la haremos una enorme cantidad de costarricenses. Y si gano el domingo mi triunfo vale más por la calidad y cantidad de mis adversarios. Y si pierdo el domingo, mi derrota dignifica el resultado de los vencedores.
Señor Presidente, nuevamente cuenta con mi voto, llevemos este barco a puerto.