viernes, junio 30, 2006

Estado, Ego, Ecclesia

En el libro de Herman Heller "Teoría del Estado" (que mis alumnos deben sufrir cada cuatrimestre), el autor sostiene que la autonomía del Estado depende, entre otras cosas de separar sus funciones de las funciones que cumple en la sociedad la Iglesia. El principal problema según Heller, es que la Iglesia se encarga de establecer un modo de vida desde el punto de vista espiritual y por ende moral, mientras que en criterio del autor, el Estado por su naturaleza jurídica y política tiene necesariamente que ser un ente amoral. Me explico un poco más: El Estado debe establecer su función social inmtentando conciliar los intereses de todos sus habitantes sin darle preponderancia a ninguna mayoría o minoría específica.

Los estudiosos de la Teoría del Estado sostienen que el Estado moderno se consolidó históricamente hasta que se produjo la separación definitiva de la Iglesia del Estado (algo que los políticos le deben al lujurioso Enrique VIII); pero lo cierto es que durante los últimos quinientos años, la Iglesia, y en general la religión siguen jugando un papel bastante importante en la política de los países.

Tenemos por ejemplo los Estados Unidos, que en este momento es gobernado por un caballero que además de ser apoyado por los más importantes sectores económicos de su país, ganó las elecciones gracias al decidido apoyo de los principales pastores protestantes de las iglesias de mayor arrastre en los estados del centro (el denominado Cinturón de la Biblia). Otro ejemplo, hasta hace unos años, en Italia no se adoptaba una ley civil si el Papa no le había dado su beneplácito. Ni hablar de los países musulmanes que parecen regirse todavía como verdaderas Teocracias.

Sin embargo, Europa en general (tal vez con la excepción de Italia) y Latinoamérica han venido manteniendo una separación amistosa de la principal Iglesia de sus países (la Católica), dejando el papel de la Iglesia a una especie de mediadora en determinados conflictos sociales. Aquellos que han entrado en conflictos con la Iglesia (Chaves en Venezuela, Rodíguez Zapatero en España), por lo general buscan en corto tiempo una fórmula de compromiso diplomático que les permita mantener esa pax diplomática con los obispos y cardenales que habitan su territorio. También debe mencionarse que existieron casos terribles de hermandad casi criminal entre Iglesia y Estado (al menos en las dictaduras latinoamericanas), que todavía hoy provocan roncha en las sociedades, por lo que los hoy Estados democráticos tienden a marcar su distancia con la Iglesia Católica para no entrar en conflictos con sus naciones (para alegría de Heller).

Como siempre nuestro país ostenta una posición bastante sui generis con respecto a la Iglesia Católica. Por años la Iglesia fue aliada del gobierno, incluso en los períodos liberales para luego sacar el conejo del sombrero en los cuarenta con el apoyo a la reforma social (basada tanto en la Doctrina Social de la Iglesia como en el Ideario comunista), ignorar olímpicamente el moviento de la teología de la liberación y por último servir como mediadora permanente en cada conflicto sindical. Todo esto en un país que cuenta en su constitución con una religión oficial del Estado.

En resumen, nuestra Iglesia Católica, al menos en nuestro país, es uno de los factores políticos con los que el gobierno debe lidiar. Y en las últimas administraciones ha tenido una pésima relación, principalmente por la falta de definición de los gobernantes. Los medios de comunicación (que tanto han atacado a la Iglesia por sus múltiples faltas) le siguen dando un gran peso político a sus manifetaciones. Tomen un ejemplo: El columnista Julio Rodríguez ha comentado de forma negatriva todos y cada uno de los informes negativos sobre el TLC que han sido publicados (hoy le dedica su columna a las Universidades); pero frente a la posición de Iglesia ha guardado un respetuoso silencio. Otro ejemplo: El único mediador que Albino y sus camaradas acepta a ciegas en cualquier conflicto es el Arzobispo de San José o el Obispo de cada diócesis. Les guste o no a los no católicos, la Iglesia es un factor importante a considerar en cada ecuación política de nuestro país.

De ahí que no entienda (como no lo entendió nadie) la cabezonada de Oscar Arias de entrar desde el 8 de mayo en conflicto con la Curia. Nadie, señores, nadie en el mundo, puede enfrentarse con una institución de dos mil años de experiencia en política (quinientos de los cuales los pasó dominando el mundo), y pensar que va a noquear en el primer round. Menos con la actitud del señor Presidente de ir a aconsejar al Papa sobre educación sexual (por cierto esa tuvo que ser una entrevista magistral, no todos los días el ego de Oscar se topa a alguien con tres o cuatro veces más doctorados que él).

El resultado está a la vista y lo analiza bastante bien, aunque desde su muy liberal perspectiva el Dr. Jorge Guardia en su artículo del pasado martes en La Nación.

Al parecer, no sólo la selección se llevó una apaleada frente a los alemanes en su viaje por Europa.

(fotografía del períodico La Nación)

jueves, junio 22, 2006

De artistas y futbolistas

No concuerdo con aquellos que consideran que el fútbol es el opio de los pueblos. No concuerdo porque al menos este servidor no consume ese tipo de opio. Desde hace muchos años comprendí que el deporte profesional es un espectáculo pagado, el cual se consume con el fin de obtener entretenimiento. En ese sentido, el deporte está al mismo nivel que el cine o el teatro. Es consumo disfrazado de algo (de deporte, de arte de lo que sea, pero al final todo es consumo).

Igual me pasa con los artistas que de forma hipócrita afirman que viven del aplauso del público, pero que en realidad viven del cheque de pago (y como pude comprobar hace muchos años el pago del cheque puede aumentar de forma proporcional al grado de comunismo que ejerza el artista, entre más comunista más caro, con lo que los trovadores del pueblo deberían mejor llamarse vividores del pueblo.)

Si lo pensamos bien todo es lo mismo: Espectáculos para consumirse en un plazo de dos horas. Usted va al estadio, paga la entrada (consume) grita, se compra un souvenir del equipo (consume) se desespera, se toma algo (consume), celebra, se vuelve a tomar algo (consume), se enoja y se larga a seguir consumiendo. Eso en resumen es un partido de fútbol entre cualquier equipo. Todo el mundo lo sabe, pero al parecer la pasión por el fútbol es tan importante, que el fútbol no se consume se vive.

Ahora veamos a un artista. Usted llega a la teatro, paga la entrada (consume), comienza a sonar la música, usted comienza a aplaudir, lo más seguro cante con el artista, grite de emoción cuando oiga la pieza más famosa y luego salga del teatro satisfecho del artista, que le ha dado ese placer efímero de dos horas y queda listo para comprar su disco.

Yo fui un fiel consumidor. Yo estuve en los estadios cuando fuimos a Italia. Estuve en los teatros cuando vino Silvio. Estuve en los gimnasios cuando vino Sabina e incluso hay amigos que juran (lo cual niego rotundamente) que alguna vez fui visto en conciertos de Alejandra Guzmán y Thalía. Además voy al cine, de vez en cuando acudo al teatro y toda mi vida de colegial fui miembro de la primera barra brava (y la más temible de todas): La del GLORIOSO LICEO DE COSTA RICA (se les ruega a los lectores ponerse de pie y saludar al estandarte del Liceo)

Precisamente en el Liceo fue cuando me volví apasionado. De los que se deprimen si se pierde la final contra esos "·$%#!!"·$%& y ·$%&/"!#!!!!! del Colegio Seminario. De los que salíamos a dar golpes contra cualquier otra barra. De los que cuando alcanzábamos el campeonato corríamos por el Paseo Colón para ir hasta el kiosco del parque central para ir a cantar ahí el himno del Liceo (por cierto, por si no lo saben LICEO solo es uno, los demás son centros educativos de segunda enseñanza). Eso era fanatismo: El Liceo era Dios y Tuk era su profeta (aclaración, si no entendió esa frase no se preocupe, sólo los liceístas de los 80’s-90’s la entendemos)

La madurez llegó. Y con ella la realidad: El deporte es un espectáculo de consumo. Llegar a un campeonato nacional y ganarlo es algo intrascendente por cuanto al año siguiente va a haber otro campeonato. Así que no se preocupen, dentro de cuatro años estaremos hablando mal de otra selección. Porque por si no lo saben, el mundial se juega cada cuatro años, por lo que podemos volver (la afición se levanta eufórica)

Y un buen día hice la analogía con los artistas y resultó igual: Ellos dan un espectáculo y es probable que si ya lo viste una vez lo verás de nuevo y siempre tendrás que pagar.

No me malentiendan, durante diez años, este cristiano y mi amigo Bernald Vargas fuimos a todos y cada uno de los conciertos de Alux Nahual. Pero recuerdo que al último que asistí (el acústico en el Cuartel), ya no era lo mismo. Estaba claro que ellos estaban allí, que querían tocar. Que las canciones seguían siendo buenas, pero que el mundo no iba a cambiar si me perdía el siguiente concierto… y no cambió. Y me perdí el siguiente… y el de despedida… y el del regreso hace unas semanas.

Lo mismo con Facundo (si lo viste una vez en 1989 es probable que esté cantando y diciendo lo mismo hoy, les garantizo, llega un momento que la historia del tío y la bandera de la URSS deja de ser graciosa). Con Serrat (¿alguien ha notado que si bien las letras siguen siendo soberbias, la música es la misma en todas las canciones desde hace como cinco años?) inclusive con (atención inminente ataque de los camaradas) con Mercedes (su voz sigue siendo maravillosa, pero cuando vas al teatro y vez a un montón de yuppies –tipo Leo Garnier- cantando Solo le pido a Dios te preguntas ¿Y A ESTOS H·$”%&@# DE P%$·()% les importará algo el mensaje?) y para colmo la entrada es carísima y La Negra ya no tiene energía para dos horas. ¿Silvio? En mi criterio el mejor músico con el mejor grupo (Afrocuba) que ha pasado por aquí, pero me pudrió su actitud petulante en los ensayos y principalmente su muy buen gusto capitalista a la hora de cobrar. Si mal no recuerdo, su concierto de 1989 fue tan caro como el de Derechos Humanos Ya (y me refiero al concierto del gimnasio, porque los dos conciertos del Melico fueron CAPITALISTAMENTE CAROS, aunque entiendo que convivió con gente que lo encontró simpatiquísimo).

Comprendo que en este momento, habrá gente que está pensando que es una verdadera herejía poner en la misma olla a Silvio Rodríguez y a Luis Marín. Pero en mi humilde criterio son lo mismo: Usted paga por verlos, o por escucharlos, o por comprar productos relacionados con ellos, y lo que le dejan es una satisfacción vana y temporal. Es decir Consumismo en el más estricto sentido de la palabra. La diferencia es que si Silvio da un mal concierto en Alemania la gente en Cuba no irá al aeropuerto para insultarlo enfrente de su esposa e hijos. Pero incluso ese incidente de ayer en el aeropuerto fue el último acto de consumo de la selección: Fue el primer acto del proceso que nos va a llevar dentro de cuatro años al mundial de Sudáfrica 2010. (por que sí, dentro de cuatro años el balón mundialista vuelve a rodar la afición entra en locura)

Y talvez un día de estos vuelva Silvio, o Mercedes o Serrat. Y tal vez hagan un reencuentro del Adrián y los viejos amigos del Experimental. Y talvez el Liceo vuelva a ser campeón nacional… Un momento… el segundo juego de la final contra Barva es hoy…
Si me disculpan, voy a ir a comprar la entrada… LICEO… LICEO… LICEO…

martes, junio 20, 2006

Lo mejor de mi día

Ella es la responsable de que llegue a la oficina siempre con el tiempo exacto.

Él es el encargado de recordarme a las cinco de la mañana que es hora de levantarme.

Ella es la que espera una sorpresa cada vez que vuelvo del trabajo.

Él es el que abre grandes sus ojos y se sonríe con esa sonrisa de medio lado que me sabe a complicidad.

Ella es la que quiere cuentos antes de dormir y que reza por toda la familia, y los perros del vecino, y los compañeritos del Kinder.

Él por ahora solo entiende que la vida es comer, dormir y divertirse

Ellos me hicieron padre

Y cada vez que salgo al trabajo, y lo veo a él en los brazos de mi esposa…

Y a ella en el garaje corriendo mientras yo me alejo…

No hay sonido en el mundo más dulce…

No hay motivación más grande para seguir viviendo…

No hay muestra de amor más incondicional…

Que el grito de ella, que pronto espero que sea de él…

ADIÓS PAPITO… ADIÓS PAPITO… ADIÓS PAPITO…

Lo siento por aquellos para los que el día del padre es sólo una vez al año.

El mío es todos los días.

miércoles, junio 14, 2006

¿Realmente sirve Estudiar? (2)

En marzo de 1986, este cristiano junto con cien o más congéneres iniciamos nuestros estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. La Lección Inaugural (acto protocolario de bienvenida del curso en el cual un catedrático daba una conferencia), la impartió en ese momento la Licenciada Elizabeth Odio Benito. El tema no era nada halagador: Su conferencia se llamaba “Demasiados Abogados” y señalaba la crisis profesional que sufría nuestro gremio por la gran cantidad de profesionales sin trabajo que en ese momento existían (hace veinte años) y cómo las universidades seguían matriculando gente para la carrera de Derecho. Si mal no recuerdo en ese año, el número de abogados activos era cercano a los cuatro mil, que para una población económicamente activa de un millón de personas era una cantidad astronómicamente alta. Hoy entiendo que andamos cerca de los quince mil abogados, con una población económicamente activa de entre un millón y medio y dos millones de personas. (Hagan matemáticas, son ciento cuarenta y dos personas por abogado).

El meollo de la cuestión era la imposibilidad legal y constitucional del Estado de frenar a las instituciones privadas en su insistencia de abrir la carrera de Derecho (recuerdo que en un fenecido programa de T.V. dirigido por Jorge Valverde (Q.E.P.D.) Federico Malavassi dijo que le parecía muy bien que hubieran abogados que se dedicaran al comercio o taxistas con título profesional, porque eso beneficiaba el nivel cultural del país). Así, el día de hoy se encuentran abiertas 18 carreras de Derecho en Costa Rica.

En aquella dorada época de los ochenta en la U.C.R. nos considerábamos el referente obligado de la calidad académica y clamábamos por más control a las Universidades Privadas. Tuve que comenzar a ser profesor en una U Privada (la ULACIT), para darme cuenta que estas instituciones son las empresas con más intervención del Estado, y que, oh sorpresa, a las Universidades Públicas nadie las controla. El CONESUP sirve para entorpecer agradablemente cualquier innovación de la educación privada, pero literalmente, las Universidades Públicas pueden abrir la carrera de decoración de queques que nadie las va a controlar.

Además mi querida Facultad no fue capaz de acreditarse ante el SINAES (Sistema Nacional de Acreditación en Educación Superior), por cuanto en la fase preliminar se detectaron tal cantidad de problemas que la propia U.C.R. decidió sacar a la histórica Facultad de Derecho, la más antigua del país, más antigua que la propia Universidad, del proceso de acreditación porque era obvio que no lo iba a aprobar. Orgullosamente tengo que decir que soy profesor en la primera Escuela de Derecho que se acreditó, la de la ULACIT, una entidad privada.

Desde que era estudiante comprendí que la solución a los problemas profesionales del país nunca iba a estar en cercenar los derechos de la educación privada. Esta, eventualmente, y como resultado de las leyes del mercado, necesariamente irá dejando por fuera a las malas instituciones y dejará funcionando sólo aquellas que garanticen calidad. El proceso eso sí será largo.

En mi época de estudiante y dirigente estudiantil tenía muy claro cuáles eran dos las soluciones inmediatas al problema: Primero: El examen de incorporación en todos los colegios profesionales. Requería de implementar una ley, pero ponía a todos los estudiantes universitarios del país en igualdad de condiciones: si eres bueno entras, si fracasas puedes volver a intentarlo, pero no vamos a dejarte ejercer una profesión hasta que demuestres que puedes hacerlo. El proyecto existía, o existe, pero se topó con la oposición de muchos. Especialmente de los estudiantes de la Universidades Públicas que consideraban que sus derechos se veían violentados (lo cual por cierto hizo que este dirigente estudiantil no fuera muy popular). A mí me parecía (y me parece aún) absurdo que los propios estudiantes de las supuestas mejores facultades se negaran a rendir un examen de incorporación. Es más siempre consideré que los Colegios Profesionales debieron de ser más agresivos y proteger más el prestigio del gremio, pero bueno, todo quedó en nada.

Segundo: Limitar el cupo de las Universidades Públicas, para que sólo los mejores estudiantes ingresen a ellas (otra medida impopular, ahora entenderán porque nunca fui presidente de la FEUCR). ¿No les parece absurdo, que existiendo quince mil abogados activos, y habiendo 17 universidades dando la misma carrera, la UCR tenga un cupo de casi 200 estudiantes nuevos para la carrera de Derecho cada año? ¿Por qué demonios no han limitado el ingreso para que sólo los mejores entren? La respuesta es casi siniestra: Porque eso significaría despedir a 4/5 partes del personal docente que de por sí labora de forma interina (los profesores titulares de la Facultad de Derecho rara vez pueden dar clases, son Jueces, Magistrados, Diputados, Ministros, Embajadores etc, que dejan congelada su plaza para poder seguir llamándose catedráticos, pero no dan una clase ni aunque usted los amenace de muerte, de ahí que la Facultad de Derecho de la UCR está plagada de interinos, y durante mucho tiempo la única característica que se necesitaba para ser profesor interino era ser amigo del decano o decana). Además, implicaría que la UCR tendría que reducir su presupuesto (y hay pocas cosas más intocables que el presupuesto de la UCR).

Este es el caso que yo conozco, el de la Facultad de Derecho, pero ¿cuántas personas están estudiando en este momento administración de empresas, contabilidad, odontología o medicina? A los colegios profesionales poco les ha importado esta inflación por cuanto significa más miembros pagando mensualidades, a las universidades privadas no se les puede limitar porque tienen derecho a hacer su negocio y las universidades públicas se niegan a ver que ellas también son parte del problema.

¿Y el Gobierno? Muy bien gracias. De por sí, lo que le interesa a los gobernantes es que vengan más call centers para que trabajen en ellos profesionales que gastaron la mejor parte de su vida estudiando una carrera que nadie les dijo que nunca iban a poder ejercer.

viernes, junio 09, 2006

Doña Tere

9 de junio de 2006

¿Cómo despedirse hoy de doña Tere?

Para mis hermanas y para mí siempre fue Ita. Abuelita para el resto de sus nietos, Doña Tere, para todos los que la quisieron. Se nos marcha en silencio, en paz, dejando su legado en todos y cada uno de nosotros, que nos quedamos aquí seguros de que su recompensa ya la disfruta en compañía de nuestro Señor.

Se nos marcha a encontrarse con mi abuelo Eduardo, que la espera con los brazos abiertos. Y desde hoy nos mira desde el cielo a todos, con esa mirada que era al mismo tiempo severa y cargada de amor. Su fortaleza vive en nosotros, en todos los que amó. A todos nos mantuvo como familia en todo momento. Supo ser la hermana mayor mandona que imponía su voluntad a sus hermanos, pero que además era su cómplice y su guía. Sin ser profesional hizo profesionales a sus hijos y siempre estuvo encima de los nietos para que no dejáramos de estudiar. Educó y guió toda la vida a sus tres hijos y tuvo además campo en su corazón para otra hija, mi madre, a la que guió por el camino de la vida para que junto con los suyos aprendiera a vivir, a ser madre y ahora abuela.

Era la cabeza de nuestra familia, y estableció entre nosotros un matriarcado enorme, cargado de sabiduría y afecto que no dudó nunca en abrir para recibir a cuantos quisieron ser parte de ella. Su puerta siempre estuvo abierta, ahí nos esperaba sentada en el sofá, tejiendo, atenta a nuestra vida, sin que se le escapara detalle. Sin ella todos nos habríamos perdido, de eso no me cabe duda, porque ella abría su corazón para todos y nos trajo siempre a todos al redil. Todos sus hijos y sus nietos tuvieron que volver en algún momento a su casa, y su corazón estuvo tan abierto, que creo que gustosamente hubiera aceptado que las tres familias viviéramos con ella al mismo tiempo.

Nos amó a todos a su manera: directa, sin sutilezas. A todos nos aconsejó, nos regañó, nos guió y nunca se guardó una opinión. Su sinceridad era legendaria. Su honradez a toda prueba. Su ejemplo vive en nosotros. Doña Tere está viva, en la fortaleza de carácter de Olgui, en la pasión por la vida de Leca, en la sinceridad de mi padre. Sus nietos la adoramos porque en su casa éramos los reyes. Era nuestro asilo y nuestra defensora, pero ay de aquel nieto que fuera malcriado con su madre o con su padre. Desde Tita hasta Ana Cristina, todos pasamos por sus brazos, sus cuidados, sus consejos (y no pocas veces por sus regaños, porque mi abuela sabía que educar requiere más que simples consejos).

Para mí será siempre doña Tere. La que no se guardaba nada. La que si alguien le caía mal le soltaba cuatro verdades en la cara y se quedaba callada porque no quería hablar más. La que cocinaba cuatrocientos tamales en una sentada en diciembre. La que era capaz de terminar revolcándose por una bola de basket en la arena de un estadio panameño de dejar lesionada a la jugadora contraria. La que cogía la calle a las siete de la mañana y volvía a su casa cuando le daba la gana. La que no se perdía ninguna fiesta de la familia. La que nos cuidaba a todos los nietos sin pensarlo un fin de semana o se montaba conmigo, mis hermanas y los Villalobos en un tren a las siete de la mañana para irnos a buscar la forma de llegar a la playa. Esa es Ita Teresa. La que no se rindió nunca y nunca dejó que nos rindiéramos.

La recuerdo con especial cariño en muchos momentos de mi vida. Especialmente el día de la presentación de mi tesis, cuando estaba tan llena de orgullo de ver a su nieto defendiendo su trabajo que cuando un profesor quiso hacerme una pregunta ella estaba dispuesta a coger su bastón y saltar en mi defensa. La recuerdo por sus ojos, de los cuales siempre vi saliendo el amor, como cuando me vio la primera vez en el uniforme gris del Liceo, o cuando me vio graduándome en la Universidad o cuando posaba la mirada en sus bisnietos. A todos los nietos nos veía igual, pero creo que todos sentíamos lo mismo: que su mirada era puro amor por nosotros, el amor más incondicional que hubiéramos conocido. Quiero pensar que todos a los que amó somos dignos de este amor.

A Leca, no tengo palabras, ni creo que nadie las tenga, para agradecerte todo lo que hiciste por ella: Has cumplido sobradamente el cuarto mandamiento, has honrado a tu madre de manera sobrada. Javier, vos supiste amar a tu prójima más que a vos mismo. La gratitud de toda la familia está con ustedes dos para siempre.

Doña Tere luchó toda la vida, por ser hija, por ser madre, por ser esposa, por ser abuela. Luchó incluso contra la enfermedad, a la cual se enfrentó con terquedad y con valentía. Hoy en mi corazón siento que no fue la enfermedad la que la doblegó. Estoy seguro que Doña Tere decidió por sí sola que era un buen tiempo de marcharse. Vio el camino que había recorrido, y sólo pudo sentir orgullo: Sus hijos ya chineando nietos, sus nietos cuidando hijos. Su vida, una fila larga de alegrías y tristezas que cuando la pones en la balanza te das cuenta que valió realmente la pena.

De nada tiene que arrepentirse. De nada tiene que disculparse. Entonces toma por fin la decisión: es la hora de la partida. No fue la muerte quien ha triunfado hoy, ha triunfado su vida. Su legado queda, su partida hacia el reino de los cielos es el cierre perfecto para su historia.

Allí nos espera. Ustedes y yo sabemos que ahorita está sentada en un sofá…, está tejiendo, mientras en la cocina se prepara una sopa de mondongo que piensa comerse cargada de chile. Nos está esperando, y cuando lleguemos quiere oír todos los chismes del barrio, querrá que nos tomemos un café con ella.

Hasta siempre Ita Teresa.

Eduardo Enrique

lunes, junio 05, 2006

Realmente, ¿sirve estudiar?

Los ejemplos todos los conocemos. Personas que sin mayor preparación académica tienen grandes y prósperos negocios. O sujetos que después de haberse dedicado media vida a obtener un título deciden dedicarse a otra actividad y ganan tres o cuatro veces más de lo que estaban ganando en su profesión. O peor aún, gente cuya única habilidad consiste en saber patear o manipular un balón en un campo deportivo ganan más de lo que yo pueda soñar (adrede dejemos por fuera a los que se dedican a los lucrativos negocios que se encuentran fuera de la Ley, a su manera, ellos también son profesionales).

Durante toda mi vida creí (y lo sostengo todavía), que el resultado de una buena educación, permitía, junto con el esfuerzo diario y honesto, alcanzar tus metas de desarrollo personal y garantizar el ingreso que permitiría vivir cómodamente. Hoy, en nuestra realidad de país Call Center estoy comenzando a dudar.

Conversaba con un colega de la universidad que en su calidad de profesor de Inglés, debe de dar clases tiempo completo en un colegio de segunda enseñanza bilingüe y a la vez impartir lecciones por la noche en la Universidad. Me decía, que estaba comenzando a hartarse de su trabajo (a pesar de que toda la vida ha demostrado una gran mística como profesor), por cuanto siente que su esfuerzo no se ve recompensado en lo económico. A manera de ejemplo me contó del caso de un ex alumno suyo del colegio, cuya única habilidad era precisamente el Inglés y que fracasó en todos los demás aspectos de la enseñanza media y que ahora es el jefe de operadores de un Call Center de esos que tramitan apuestas, con un salario de más de dos mil dólares. ¡DOS MIL DÓLARES!!!

Debo admitir que si los operadores de apuestas deportivas hubieran existido en mi época universitaria, mi presente sería totalmente diferente. Mi fanatismo por los tres deportes profesionales norteamericanos más importantes (Béisbol, Basketball y el denominado Fútbol Americano), me hubiera llevado de cabeza a ese mundo. Eso y el salario.

No critico las empresas de Call Center por pagar buenos salarios a personas que de otra forma no podrían conseguir acceso a esas fuentes de ingresos. Pero algo está muy mal en nuestro sistema económico si un profesional universitario debe escoger entre ejercer su profesión y tener tres trabajos para sobrevivir o dedicarse a colgar el título en su cubículo mientras recibe apuestas para la final de la NBA de la próxima semana. El problema no son los Call Centers, son la ausencia de políticas de educación públicas y privadas que permitan formar los profesionales que nuestro país requiere. No seguir graduando médicos, odontólogos, administradores de negocios y abogados como si se tratara de fábricas de producción en serie (e incluyo en esa fabricación en serie tanto a las Universidades Públicas como privadas)

Nuestro país tiene una enorme cantidad de profesionales que no tienen la mínima posibilidad de ejercer su carrera. Deberíamos estar definiendo cuáles son las verdaderas necesidades del país para dirigir la educación superior. Por supuesto los Malavassi y demás miembros del sector privado de la ecuación se opondrían a cualquier limitación a sus actividades privadas (lo cual es conforme a derecho), por lo que debería el Estado meter mano a sus cuatro universidades.

Sigo el jueves.

viernes, junio 02, 2006

TLCMANIA

Un querido amigo ultraneoliberal (de los que considera a Otto Guevara y a Malavassi como moderados), me remitió, con el único fin de provocar una furibunda respuesta mía (la cual obtuvo), una noticia publicada en La Prensa de Nicaragua, según la cual en treinta días de aplicación el TLC de Centroamérica, República Dominicana y EE.UU. había generado ocho millones de dólares de ganancia. Mi respuesta palabras más, palabras menos decía:

En sólo 30 días diez empresas decidieron venir a Nicaragua!

Sí ¿en sólo 30 días realizaron los estudios de mercadeo, de factibiliad, de impacto ambiental, de factores de riesgo?????? NOOOOOOOOOOOO! Se vinieron de cabeza porque Nicaragua dijo las palabras mágicas ¡TLC! y presto! ¡10 empresas nuevas!!!!!!

Por favor, hasta el más sesudo neoliberal ultraderechista se daría cuenta que esas empresas iban a entrar a Nicaragua antes del TLC (NADIE EN EL CAPITALISTA MUNDO DE NEGOCIOS TOMA DECISIONES EN 30 DIAS).

Lo que sí me quedó claro de la nota periodística nicaragüense, es que estamos viviendo lo que yo llamaría la TLCMANIA. Déjeme explicarles el término. En los años sesenta había un grupo musical en Liverpool que se dedicaba a tocar música con algunas guitarras eléctricas, un bajo barato y una tabla de lavar la ropa. Eventualmente consiguieron un baterista, contrataron un manager y decidieron darle la vuelta al mundo. Por cierto el grupito era este:

Cuando Brian Epstein contactó a los empresarios de Capitol (subsidiaria de la casa disquera inglesa EMI en EE.UU), con el fin de que se promocionara la llegada de los Beatles a New York para la presentación del grupo en el Ed Sullivan Show en febrero de 1964, comenzó a desarrollarse la más recordada muestra de marketing que se diera en los 60's en el territorio norteamericano. La receta fue muy sencilla. Los Beatles grabaron una canción que se pareciera más a la música que los gringos estarían dispuestos a escuchar en esa época, tomando en cuenta que con la muerte de Buddy Holly a finales de los cincuenta se habían quedado sin su mejor exponente del pop y que El Rey estaba en el ejército o haciendo películas estúpidas. Además el asesinato de Kennedy en noviembre del 63 mantenía al país de luto y las emisoras tenían ya un par de meses de no programar nada de rock'n'roll.

Así fue como I want to hold your hand estalló en las emisoras con su fuerte compás binario, su letra simple y el mensaje oculto: Se acabó el duelo, que comiencen los sesenta. ¿Milagros de la música? No. La respuesta es milagros del marketing. Durante dos semanas, las principales emisoras de radio de EE.UU sólo programaron música de los Beatles. En ese lapso, se inventaron productos, se dieron entrevistas, bastante gente hizo un poco de cosas para ganar dinero y promocionar la imagen de los cuatro de Liverpool (una de las más originales, contar los días, horas y minutos que faltaban para la llegada en Beatle's minutes). Sin ese esfuerzo de marketing, los Beatles, por más buenos que hubieran sido (y de verdad lo eran), no hubieran podido entrar al exigente mercado norteamericano. Cuando en la segunda semana de febrero del 64 llegaron al Aeropuerto JFK en medio de la convulsión (literal) de miles de histéricas quinceañeras, un periódico bautizó el fenómeno que se observaba con el mejor nombre posible: BEATLEMANIA.

¿Por qué saco a los cuatro de Liverpool para hablar del TLC? Porque el mismo fenómeno estamos viviendo ahora con el TLC. Estamos observando una campaña en todos los medios, pagada o no pagada, donde observamos básicamente sólo los beneficios del Tratado, y la crítica es callada de inmediato por la falta de legitimación de sus exponentes. Es la TLCMANIA. Para diciembre, que es la fecha anunciada para su aprobación en nuestro país, estaremos tan saturados de mensajes positivos, que el ambiente será de animadversión pura en contra de aquellos que se opongan al nuevo ídolo (sigo con la Beatlemanía, en los sesenta en EE.UU usted podía caer en el ostracismo social si era adolescente y criticaba a los Beatles). Pronto veremos el TLC hasta en nuestra sopa (Guatemala ya lo ratificó así que esperen pronto la sopa Maggi de letras que sólo tiene la C, la A, la F, la T y la A). Seremos tan saturados del producto, que les garantizo, la gran mayoría va a terminar comprándolo. Esta vez, nadie va a permitir que suceda lo del Combo. Esta vez nos van a vender realmente el producto.

Por supuesto la Beatlemanía fue un éxito porque el producto era muy bueno.

¿cómo va a resultar el producto de la TLCMANIA? ¿O suena mejor CAFTAMANIA?.

...


Si me disculpan, voy a ir a escuchar el disco HELP!

Glosa del duende

Estan aquí otras vez.
Como en el 88. Cuando en el Melico se vivió un motín
Porque ya no dejaban entrar más gente.
Porque ya no cabíamos más.

Porque el grillo cantaba.
Porque la mar esta vez escuchaba.
Porque eramos hermanos de sentimiento.
Porque creíamos en duendes.

Están aquí.
Después de tantos años.
De haber enamorado a mi generación de compañeras (Nadie se resiste si le cantas Mujer)
De habernos llenado de hermandad centroamericana.
De habernos mostrado la calidad de músicos que podíamos tener en estos pedacitos de tierra.

Están aquí.
Viejos, hasta me los imagino panzones (al menos a Pluvio).
Algunos con canas que nos harán recordar al Dr.
Están aquí.
Porque nunca se han ido

Y seguimos cantando con ellos.