jueves, marzo 16, 2006

Cómo le robaron el béisbol a los gringos.

No soy muy fanático del fútbol. No me afectan los resultados de Saprissa o Alajuela. Francamente cuando juegue Costa Rica en el Mundial la apoyaré, gritaré en contra del árbitro y cuando Alemania nos haya metido el cuarto gol apagaré el televisor y seguiré con mi vida como si nada. Pero el béisbol y el baloncesto son mi pasión. Los vecinos de Plaza Víquez desarrollamos una afición fuerte por ambos deportes, y en mi caso por casi toda mi carrera universitaria como estudiante fui comentarista deportivo del baloncesto nacional. Pero el béisbol tiene para mí ese encanto especial de ser el primer deporte que practiqué. Por eso veo por televisión más béisbol profesional al año que cualquier otro deporte y si el Estado Escarré estuviera en Heredia acudiría a ver partidos todos los fines de semana.
De modo que cuando los Estadounidenses lanzaron el denominado Clásico del Béisbol mundial de inmediato anoté en mi agenda las fechas importantes y sin dudarlo escogí como favorito al equipo de República Dominicana. ¡qué alineación! Soriano, Ortiz, Pujols, Abreu, Colón, etc. etc. Es el verdadero Dream Team del béisbol. Los Estadounidenses lo sabían y por ello ni en sueños se pusieron en el mismo grupo que ellos. Es más montaron los grupos para que a ellos le tocara lo más fácil, pero no se dieron cuenta que tanto en el Caribe como en el Pacífico Asiático el béisbol es ahora más importante que en su propio país.

La selección de Estados Unidos (montada a base de jugadores profesionales) ha tenido demasiados problemas para conjuntarse. Los millonarios jugadores han tomado el torneo como si fuera un paseo y están pagando las consecuencias: Casi han sido eliminados en dos ocasiones, y su afición no se siente identificada con los Jetter, Jones, Winn y Rodríguez. Si hoy no le ganan a México quedarán eliminados.

En las aceras de en frente los Coreanos y Japoneses juegan los partidos con sangre y honor. Dos veces Corea ha derrotado a los Japoneses y dos veces las caras de los Japoneses semejan a Samuráis deshonrados que están esperando la orden de su daíno para poder cometer el harakiri. Los Coreanos mientras tanto los insultan plantando la bandera de Corea en el montículo del lanzador. Los estadounidenses no entienden ese tipo de pasión. Para ellos, su deporte rey hace rato dejó de lado el honor.

En Puerto Rico, el llamado a formar parte de la Selección de su país provocó una desbandada de jugadores profesionales de sus campos de entrenamiento en Florida y Arizona. Berni Williams dejó todo para estar con los Puertorriqueños, lo mismo Iván Rodríguez y Carlos Beltrán. Es más, el lesionado Carlos Delgado estuvo en el vestidor y cuando se le pidió jugar en el juego decisivo frente a los cubanos no dudó en salir a pesar de su lesión. En Dominicana, el Dream Team latino está formado por profesionales que no dudaron venir para demostrar su calidad. Lo mismo ocurrió con los temibles lanzadores venezolanos que juegan en las Grandes Ligas. Y cada partido entre estas escuadras fue una batalla infernal, de altísima calidad, jugada a estadio lleno, con merengue y salsa de fondo, con broncas en las graderías, con amenazas de muerte segura para los árbitros. Los estadounidenses no entienden ese tipo de pasión. Para ellos, su deporte rey hace rato dejó de lado el orgullo.

Tan profesionales son estos latinos como los norteamericanos. Tantos millones de dólares ganan unos como otros. Pero algo en la psique de los jugadores gringos no está funcionando para identificarse con su nación (lo mismo les sucedió en el baloncesto, cuando sus millonarios jugadores de la NBA perdieron el Mundial y las Olimpiadas de forma humillante). Los latinos, y los orientales, han tomado el deporte rey de los Estadounidenses y los han transformado en su pasión, su orgullo, su honor. Al parecer para los gringos, su deporte rey es ahora un espectáculo más, tan trascendente como una película dominical en la que participe Tom Cruise.

Y en medio de esa batalla de honor, pasión y desidia, los cubanos, los campeones mundiales y olímpicos, esos pícaros jugadores de camiseta roja y talento monstruoso, invitados a pesar de la oposición de George W. ya están en semifinales, dispuestos a aguarle la fiesta a todos. Tal vez Bush, como antiguo dueño de un equipo de béisbol supo que traer a Cuba era peligroso, no por la amenaza comunista, sino porque tal vez el lunes en San Diego jueguen la final contra los gringos… y Mr. George no quiere ni imaginarse el resultado.

(fotos de REUTERS)

5 comentarios:

enarvaez dijo...

Pronóstico: Blanqueada de CUBA a EEUU 18-0. jaja

En realidad, este tipo de pasión se respira en estos países. El nivel de felicidad de cuando ganaron los Medias Rojas a los Yankees en Dominicana cuando estaba allá no creo que se haya vivido en Boston, era fiesta general !!!

enarvaez dijo...

Confirmando el anterior pronóstico. Hace unos minutos México acaba de eliminar a los gringos del Mundial de Beisbol, les importara suficiente el deporte como para mejorar la próxima vez ?

Ericjms dijo...

La pasión deportiva es inversamente proporcional a la cantidad de millones que gana el deportista.

He dicho.

Eduardo Mora dijo...

Falso ericj
Ichiro Sususki es el jugador japonés mejor pagado del mundo y sin embargo se mató jugando por Japón.
Idem la mayoría de los profesionales Venezolanos, Puertorriqueños y Dominicanos.
No fue un asunto de dinero.

Anónimo dijo...

Excelente este comentario tuyo, Eduardo. Desde hace tiempo vengo planeando responderte.

Como todo latinoamericano (tico en mi caso), soy de la tesis que ya el beisbol es más caribeño y asiático que gringo. En todo caso, al menos en el papel, las Grandes Ligas siguen siendo el lugar para ver buen beisbol. Debo decir que mi experiencia en este caso es limitada pues fuera de EEUU sólo he visto un partido: Los Hanshin Tigers de Osaka contra los Tokyo Swallows.

En relación en el beisbol y dado que soy un fiebre, aun cuando casi nadie me ha dado pelota (estoy presto a batear pero no me la tiran), he hecho algunos comentarios en el foro Costa Rica Nuestra ( los podés leer siguiendo este link)

También me gustaría compartir con vos algo que escribí cuando los Medias Rojas le ganaron a los Yanquis después de lo cual ganaron la Serie Mundial. Incluye la anotación del partido (así de fiebre soy). Este es el link.


Saludos desde Montreal,

Rafael.