Jaque al Fiscal

Es solo una idea que pasa por mi cabeza después de leer las noticias de la última semana sobre algunos procesos judiciales.

Primero el caso de los jueces que habían sido condenados por reducir la pena de un narcotraficante, en ese caso el Recurso de Casación fue resuelto a favor de los jueces y la Sala III llamó la atención al Ministerio Público por haber dejado correr la prescripción.

Luego el proceso penal seguido por el secuestro del hijo de Fabio Garnier termina sin condenatorias a la mayoría de los imputados y el Tribunal Penal señala al Ministerio Público como responsable de la sentencia por serios problemas en la investigación que dieron al traste con la acusación.

Los que seguimos los avances del juicio de Parmenio vemos como cada día el caso se debilita más y más y cada vez los medios dejan cada vez más mal parada a la Fiscalía. (principalmente el Diario Extra, el cual cambió su línea sobre el caso desde que uno de sus periodistas se vio involucrado en el caso por facilitar un celular a uno de los imputados).

En todos estos casos hay un común denominador: La imagen del Ministerio Público se está desmejorando cada día y el señor Fiscal General Francisco Dall'Anese ha mantenido un perfil muy bajo en los medios desde hace ya bastante tiempo.

Vale la pena preguntarse si no existe en este momento un serio problema en la entidad encargada de la acción penal en nuestro Estado. Si realmente la Fiscalía está cometiendo los errores tan garrafales que se apuntan en los medios o si existen factores externos que están influyendo en el accionar del Ministerio Público.

¿Será que ha llegado la hora de cobrar al señor Fiscal las facturas de los espectaculares arrestos de los expresidentes? ¿O más bien, habrá el actual Fiscal General actuado demasiado precipitadamente cuando se lanzó en su cruzada penalista y ahora se da cuenta que carecía de los elementos necesarios para llevar a buen puerto su labor? Cualquiera de los dos escenarios es contraproducente para la seguridad jurídica y la confianza de la nación en sus instituciones.

Esperemos que el señor Fiscal General sepa jugar bien su ajedrez, porque para quien escribe está en jaque en este momento, y francamente no creo que el gambito (sacrificar la pieza principal del tablero) sea la defensa más adecuada. La Corte apostó mucho de su prestigio al poner a Dall’Anese en ese cargo y no creo que deban removerlo. Pero necesitamos (los que queremos creer todavía en el sistema judicial) un movimiento que nos indique que el Ministerio Público está actuando bien... y que se va a corregir lo que sea necesario.

El problema es que al parecer la partida se dirige a que el único movimiento posible sea volcar al rey.