miércoles, octubre 18, 2006

Radio

En mi casa de día se escuchaba radio (a la fecha de hoy mi madre mantiene esa costumbre), en excelente radio National que tenía am y FM. Oíamos principalmente una emisora del desaparecido grupo HB llamada Radio Popular (1120 am), que sintonizaba mi madre y que transmitía, oh sorpresa, música popular. La Televisión para nosotros era para la tarde. (Valga decir, treinta años más tarde el National sigue sonando sin muchos problemas).

Mi primer aparato fue un pato Donald por cuya boca sólo salía la banda del AM. Ahí escuchaba básicamente dos emisoras: Reloj (730 am) y Columbia (760 am). Me gustaba más Columbia por que ahí pasaban La Tremenda Corte, el Jajá del Aire, y si de casualidad no había tenido escuela ese día, a las 10:00 a.m. podía escuchar las aventuras de Carmiña, la empleada imposible, y a mediodía, después de Rafela (Con Carmen Granados y Metro González), si uno no tenía nada que hacer podía escuchar, en plenos años setenta, las aventuras de los Tres Villalobos. Salvo Rafela, todos los demás programas fueron grabados en los años cincuenta en Cuba y México, y cuando tuve la oportunidad de trabajar en Columbia pude ver los acetatos originales en donde estaban guardados además las radionovelas El derecho de nacer, La Pobre Señorita Limampur y Me avergüenza mi madre entre otras superproducciones (las mejores eran sin duda, las cubanas).

Mi fidelidad a Columbia me permitió descubrir más tarde, los programas que Parmenio dejó grabados sobre Cuentos y Leyendas Costarricenses, narraciones con una magnífica ambientación que acompañadas por aquél vozarrón del Cuco Medina como narrador le hacía a uno parar los pelos con relatos de Salazar Herrera, Lyra, Quince Duncan y otros autores nacionales. A principios de los ochenta, Columbia repuso la adaptación para radio de La Isla de los Hombres Solos de José León Sánchez, la mayor producción que Parmenio realizó en su vida, acompañado nada más y nada menos que por Carlos Albero Patiño como el protagonista principal. Que yo recuerde la transmisión fue un éxito. Ambos trabajos (si algún día vuelven a ser recuperados) nos recuerdan que Parmenio, además de La Patada, la Lotería, las transmisiones deportivas, y su Radio Cordillera, fue el mejor productor radial de nuestro país.

La edad colegial me hizo abandonar Columbia (aunque no del todo) y además implicó mi ingreso a la Frecuencia Modulada (FM), para pasarme a vivir la competencia de las tres emisoras que peleaban por el público juvenil: Radio Uno (800 am 102.7 FM) en aquel entonces del mismo grupo empresarial de Columbia), RPT Radio que después evolucionó en Universal (no recuerdo la frecuencia, pero sí que pertenecía al grupo empresarial que controlaba canales 4 y 9) y Stéreo Continental (89.9 FM) propiedad del grupo Coccio. Mi especial gusto musical por la música del Rock’n’Roll de los 50’s-60’s me hacían preferir la uno por las mañanas cuando Manuel Vega estaba en cabina o RPT en las noches cuando pasaban el programa de los Beatles. No cabe duda que la ganadora en los 80’s de la batalla musical fue la Uno. Yo que soy de aquellos viejos ochentenos siempre recordaré con agrado la Uno de Manuel Vega en las mañanas, Danilo Jiménez en las tardes y las noches de Eliécer. La salida de Danilo primero y su sustitución por Rooper Alvarado, marcó mi divorcio de la Uno, por cuanto pasó a ser la emisora más fresa del dial (la salida de Manuel Vega hacia Universal terminó de aniquilar la emisora en mi concepto). Por dicha a mediados de los ochentas los Coccio pusieron en el aire Super Radio (120.3 FM). Yo la escuché desde el minuto uno: primera canción And I love her de los Beatles. Desde entonces ocupa un lugar preferente en mi dial. (aunque extraño a Saavedra en las mañanas y el actual locutor de las tardes parece salido de la UNO de los noventas que era REALMENTE MALA… un momento, corrijo, efectivamente salió de la Uno de los noventa GRRRR.). Aclaro para los que me conocieron en la universidad, que a pesar de mis criterios sobre la Uno cada año que me tocó organizar la Semana Universitaria en la Facultad, sin ni siquiera pestañear le vendíamos en alma a Rooper, al fin y al cabo, diría don Corleone, era una estricta decisión de negocios.

La radio forma parte de mi familia por muchas razones. Mi padre fue comentarista radial de ciclismo por 41 años en todas las emisoras deportivas importantes (dice que ya se retiró pero hasta no verlo todo diciembre en su casa sin ver la Vuelta con un micrófono en la mano no le voy a creer). Por ese hobbie de mi padre, mi familia conoció a Parmenio y con el Cuco forjé durante años una relación extraordinaria, de la cual guardo grandes recuerdos. Quien escribe fue además comentarista de baloncesto en las emisoras deportivas del país, y me tocó trabajar con McGregor antes de que fuera rico y famoso (y sigo siendo amigo de él porque a Mario los humos no se le han subido), trabajé en todas las emisoras importantes y trabajé para Parmenio en todos los Juegos Nacionales que transmitió. McGregor siempre me dijo: Vos sos de la radio. Y si vuelvo al mundo deportivo lo haré en la radio.

Hoy como casi cuarentón, sigo escuchando radio cuando manejo (como la mayoría de la humanidad) y tengo la costumbre heredada de poner la radio en la casa cuando hago alguna labor doméstica o me siento en la computadora. La brecha generacional me hace ser fiel a Radio 2 (sigo fiel al grupo Columbia), pero no se siente igual que la vieja Uno. Ahora disfruto más el Jazz por lo que sustituí mi dependencia de Stereo Azul (ya desaparecida) por los placebos de 95.5 jazz y Eco (95.9FM). Y me gusta escuchar noticieros en radio y programas de opinión (Excluyo expresamente esa aberración del programa de CANARA el cual detesto cordialmente por ser un atentado a la libertad de expresión ¿Cómo diablos TODAS las emisoras del país TIENEN que tener el mismo editorial a las 7:00 de la mañana?). Y de vez en cuando me doy una escapada a Radio U (101.9 FM) para escuchar la emisora que debió existir en mis tiempos cuando yo era universitario.

Es algo bueno que con la mala que está la TV últimamente, la radio me sigue acompañando, pero extraño un poco las producciones radiales de verdad, extraño los radioteatros, extraño la producción de calidad y extraño, sobre todo los domingos a las 9:00 de la mañana, al Cuco...

5 comentarios:

Solentiname dijo...

Yo quisiera tener las grabaciones de las producciones de Parmenio. Recuerdo con especial cariño, poco antes de su asesinato, la radionovela del Golpe en Chile.

djtopo dijo...

como publicista y como profesor de diseño publicitario se ha tratado de que no se menosprecie tanto la radio para pauta, hasta hace poco a recuperado un poco el lugar que se merece y por lo tanto su respeto... un medio con multiples posibilidades de pauta y de mercados meta...
y comparto tu aficion, yo me levanto con radio, me baño con la radio, manejo, trabajo, doy clases y me acuesto con ella...
es mi novia incondicional...

Humo en tus ojos dijo...

A mi me cuidaban los humiabuelos, que vivían con la radio encendida y jamás jamás se perdían el jaja del aire... solo que como era tan enana no recuerdo casi nada aparte de lo que decían antes de comenzar el programa...

Oscar dijo...

Comparto tu añoranza por la Uno de aquellos días. Mi hermano y yo eramos incondicionales de Juvenil (¿Será cosa de la edad? Yo tampoco recuerdo a que parte del dial tenía que llevar la aguja para escucharla).
Por lo mismo de la brecha generacional, que a algunos se nos va haciendo dificil superar, ya casi no encuentro nada en la radio que sea de mi agrado. Como se dice en inglés: I can't relate. Aparte de 95.5 y Eco, hoy en día recibo mi dosis diaría de parte del iPod, que reproduce las anacronías de mi propia coleccioncita musical personal.

Marcos dijo...

Eduardo, Radio Sistema Universal (q.e.p.d.) estaba en los 90.7.

La radio siempre ha sido mi compa y casi todas las emisoras que están citadas en este post han sido o son escuchadas por este servidor, en especial la Uno, pero no la de los 90 efectivamente. Me acuerdo de otras que escuchaba tales como Juvenil en sus últimos tiempos, Sonido 1120, Radio Impacto y hasta programas como aquel de Radio Rumbo (en compañía de mis padrinos o debería decir obligado jeje) en el que la gente le avisaba a sus familiares que llegaban a tal hora o también Escuela para Todos: "atención controladores, programa número 324" y cosas por el estilo.

Hoy en día me quedo con Radio 2, Súper Radio o 91.5 que ponen ochentas.

Excelente post.