viernes, noviembre 17, 2006

Ha empezado...

Por años lo vi como un fenómeno lejano.

Como algo que les pasaba a “otros”.

Como un producto de la sociedad consumista que hacía de los niños su principal objetivo…

Y a los padres las principales víctimas…

Comenzó hace una semana…

Necesitábamos unos materiales de oficina...

En vez de ir a CUALQUIER lugar fuimos a una librería…

Que ya no es librería, es la tienda oficial de la Navidad (en realidad siempre lo ha sido desde que yo era niño, sólo que se me había olvidado, al fin y al cabo ya no voy a San José a ver ventanas).

En vez de ir solos mi esposa y yo, fuimos con nuestra hija, pronta a cumplir cuatro años.

Con dos años de estar viendo Discovery Kids y Disney Channel.

Que para nosotros, ingenuos padres, tienen los mejores programas de TV sin violencia, sin sexo, incluso con algo de educativos…

Pero que tiene esos comerciales…

Y mi hija entra a la librería, perdón la tienda…

Y frente a sus ojos, amontonados en cientos y cientos están TODOS LOS CONDENADOS JUGUETES QUE HA VISTO EN LOS COMERCIALES…

El micrófono de princesa…

El teléfono de Barbie…

Las villas de Litte People…

Barney en todas sus presentaciones…

etc…

etc…


Y uno se queda ahí pensando…


SOCORROOOOOOOOOOOO!!!!!!!

5 comentarios:

Solentiname dijo...

A mí me está afectando eso de la publicidad porque cada vez que paso por la de zapote y veo los adornos navideños que parecen confites me entra como unas ganas de hincarles el diente, aunque sé que es plástico.

Los anunciones gringos de juguetes deben ser como la versión capitalista de los llamados lavados de cerebro que de forma difamatoria se le atribuía al antiguo bloque socialista...

djtopo dijo...

jaja, aunque te confieso que soy un fanatico de los juguetes, especialmente los legos, ya se me habia pasado un un poco la fiebre, hasta que nació mi primer sobrino, aunque va para tres años, el tio (osea yo) se vuelve loco en esa tienda (libreria)y me digo, apenas para josé armando (aunque en realidad en mis adentros digo: apenas para mi), pero en fin...

(ahora que leo, pienso... asi será cuando tenga hijos???)
mmmm

Anónimo dijo...

juajuajua muy divertido

ya me imagino cuando me toque ser papá

Zauberlehrling dijo...

Es hora de regalar tucos de madera, caballitos de madera, muñecas de trapo o algo por estilo que permita a tu hija jugar con su imaginación. Claro, es difícil porque sería la única niña que no recibiría a Barnie o a Barbie. Desde luego, ahí radica la creatividad de los padres. También podrías regalarle un perrito o alguna mascota (tortuga, hamster o algo así) si tienen espacio: Es posible que se olvide enseguida de los demás bichos imaginarios. Saludos.

Eduardo Mora dijo...

Sole: No son lavados de cerebro, son atentados terroristas contra la billetera de los padres.

DjTopo: Compartimos sentimientos: cuando veo los futuros juguetes para Eduardo Andrés pienso: POR FIN MI COLECCIÓN DE JUGUETES DE STAR WARS!!!!

Xand: Un perrito en un hogar con dos niños menores de cinco años es como meter un territorio autónomo judío en medio de Teherán. En cuanto a los juguetes para la imaginación siempre los buscamos, pero eso no quita la pesadilla de ir a la condenada tienda.