jueves, agosto 31, 2006

Por la boca muere...

El rumor tenía tiempo de circular por los pasillos legislativos y por la sección “Confidencialmente” del Diario Extra. La situación se tornó más tormentosa esta semana cuando la lista de sospechosos se redujo a los varones de la fracción de Liberación Nacional. Era evidente que había una Omerta declarada entre todos para tapar con tierra el problema.

Si no hay denuncia no hay investigación. Decía don Francisco Antonio. No podemos adelantar criterios decía doña Mayi. Sale una testigo estrella que jura decir la verdad pero que nada puede hacer si su compañera no denuncia. El silencio cómplice se extendía y como cualquier escandalillo de país tercermundista, este iba rumbo al basurero…

¿Entonces alguien puede explicarme… por qué diantres dejaron a Tinoco levantarse en el plenario y, sin estar acusado, indiciado o por lo menos señalado, ponerse a pedir disculpas???? ¿Es que William Jefferson Clinton no les enseñó nada? ¿Quién fue el retrasado mental que le aconsejó al diputado salir ayer a disculparse de algo que NADIE lo había acusado formalmente? Y ¿a quién se le ocurre además hacerlo cuando en el mismo edificio trabaja Gloria Valerín?!!!! Señores, Manolito el de Mafalda previamente lobotomizado no hubiera hecho una bestialidad tan grande.

Lo cierto es que esta denuncia va a servir para demostrar que la famosa Ley de Acoso Sexual no sirve para un nada (algo que pude comprobar en mi primer año en la función pública cuando no me fue posible sancionar a un acosador por los problemas de interpretación que tiene la norma), y probablemente se producirán reformas. Además la denuncia servirá, cuando se archive y se reinstale “moralmente” al diputado Tinoco en su silla diputadil, para que nuestra Asamblea vuelva al fondo del hueco moral en que ha residido desde hace más de veinte años.

Entendamos, aún en el caso de que el diputado Tinoco fuera absolutamente inocente (y así debemos considerarlo hasta que se demuestre lo contrario, la Constitución lo manda así), su bestial confesión disculpa de ayer lo transformó en culpable ante la opinión pública. Y además lo sirvió en bandeja para que la prensa lo devore inmisericordemente (al fin y al cabo, no hay nada como un escándalo sexual para vender noticieros y periódicos).

A veces la verdad surge a través de caminos recónditos y oscuros. A veces salta diáfana a la luz. A veces sólo necesita, cuando ha sido enterrada, que alguien sea lo suficientemente valiente para desenterrarla. Y a veces hasta una brutalidad de campeonato mundial ayuda a que la verdad salga.


GLOSA:

Mi reconocimiento a la funcionaria (y colega) que lo denunció. Si los hechos son ciertos, ella ha dado un paso enorme en la reivindicación de los derechos de las víctimas (nótese que ningún medio ha violentado su identidad, a pesar de que estoy seguro debe haber fuertes presiones para exponerla a ella y a su familia) y además con un solo acto desnudó la porquería moral que domina a la fracción del PLN y la hipocresía de las demás fracciones, que sabedoras que el sospechoso no estaba en sus filas saltaron como lobos a la caza. Sus hijos señora, le agradecerán toda la vida que usted como abogada, haya sabido defender sus derechos primero, o de lo contrario nunca podría defender los de los demás. Adelante y siga de frente. Muchas mujeres acosadas en la Asamblea, en la Corte Suprema de Justicia y en el Poder Ejecutivo tal vez encuentren el valor de denunciar los abusos que sufren gracias a su ejemplo.

lunes, agosto 28, 2006

Se acabó la luna de miel.

Como ocurre siempre. A los cien días se acabó la luna de miel. Para algunos la culpa de todo sigue siendo del PUSC, al fin y al cabo fue Fishman el que inició fuegos. Para otros, es culpa del PAC, del Libertario e incluso del PASE. Pero la verdad llevamos cien días y no sé ustedes pero un sentimiento terrible me está embargando: Me siento igual que en la Administración Pacheco.

Es decir, cambiamos de gobierno, de partido, de presidente y SIGUE SIN PASAR NADA en este país. A los sumo se han demarcado unas calles, se han inaugurado dos puentes peatonales (que los peatones ya usábamos sin necesidad de inauguración) y se ha amenazado al consumidor con más impuestos (ahí me transformo en Libertario) y en más multas de tránsito (ahí voy con el Gobierno). Por último llevamos tres salidas en falso en política internacional (La Carta a Benedicto XVI, la des-entrevista cubana y sí, lo siento por los pro-árabes del mundo, pero es un error para nosotros mover la embajada de Jerusalén, por lo general no le doy mucho crédito a Luis Alberto Monge, pero su campo pagado sobre el tema de hoy en la Extra está sensacional).

El primer superproyecto del Gobierno, el préstamo para la educación, viene aderezado de con millonaria consultorías para los amigotes. La política salarial del sector público sigue siendo desastrosa para aquellos burócratas que no laboran en instituciones con Convenciones Colectivas. Los autobuseros y taxistas hacen lo que les da la gana con el MOPT Las calles siguen echas una porquería. La diplomacia sigue siendo una argolla (Marielos Gutiérrez, Telenot… perdón embajadora pastelera). Además ahora ya los delincuentes han ampliado sus retos y además de matar a sus víctimas matan a los policías (mientras tanto, Oscar destruye simbólicamente, el arsenal nacional)

De todo lo que pasa en el país, lo único que le preocupa al Gobierno es que por culpa del TSE no puede hacer cadenas de televisión los domingos para meternos su publicidad.

Se acabó la luna de miel, pero en vez de comenzar los pleitos, las crisis políticas que puedan poner en movimiento este país, la luna de miel termina y el país parece que volvió al inmovilismo.

La sensación de seguir en la Administración Pacheco es atemorizante, ¿no les parece?

miércoles, agosto 23, 2006

La Peri.

Tenía casi quince años de no usar ese servicio y el problema es que estaba mal acostumbrado.

A
pesar de vivir en este mundo donde el automóvil es rey y signo de prestigio, este servidor sigue utilizando, al menos tres veces por semana el sistema de transporte público. Valga decir, el excelente sistema de transporte público (al menos en las rutas que tengo que tomar) que como dije al principio, me tenía mal acostumbrado.

Por lo general mi viaje al trabajo (a las 6:00 am), comienza en un autobús de la línea “Station Wagon” de Alajuela. Cuando abordo el bus, el chofer da los buenos días (o los responde amablemente cuando uno se los da) y tiende a agradecer si uno lleva el monto exacto o bien casos como el del suscrito que por lo general llevo un billete y una moneda de ¢ 10,00 para recibir el vuelto exacto (el chofer agradece este tipo de acciones por cuanto le ahorra el menudo que va a necesitar para dar cambio a otros pasajeros). Adicionalmente, el autobús es cómodo, los asientos agradables y llama de verdad la atención que cuando llega a uno a su parada, los pasajeros (y uno mismo, que para eso es educado) le damos las gracias al chofer por el servicio y le deseamos buenos días, obteniendo siempre la educada respuesta del chofer.

¿Fantasía? No. Todo lo anterior es verdad y me pasa día a día. Lo realmente sorprendente es que el fenómeno se repite con el segundo autobús que debo tomar: El de la ruta Hospital México – La Uruca. Aquí también el chofer da los buenos días, el autobús es cómodo y hay un estricto control de los horarios, por lo que si llego tarde es mi culpa, no del chofer.

En resumen, dos excelentes servicios que vengo utilizando con excelentes resultados por ya dos años tanto en los viajes de ida como en los de vuelta.

Por esos azares del destino, el día de ayer tuve que tomar el bus de la Ruta Periférica (por cuanto requería llegar a los alrededores de La Sabana con el fin de abordar el bus de Alajuela). Pensaba que después de casi quince años de haber dejado de usar sus servicios, el servicio tendría que ser mejor que el que yo recordaba cuando lo utilizaba para ir a la U.C.R. Lo ocurrido lo catalogué como un viaje en el tiempo, al pasado, a cualquier viaje en La Peri en los años 80. No hubo un solo detalle que no se cumpliera.

Comenzando: La impaciencia del chofer. Su trato amargo. Su absoluta indignación cuando en vez de darle la moneda de ¢ 500.00 para que el me diera el vuelto de ¢ 285.00, a este malacostumbrado parroquiano se le ocurrió darle ¢ 515 para recibir ¢ 300.00 (al parecer su matemática funciona mal con los números enteros). Y luego, el típico caso del viejo bus de La Peri: Era relativamente nuevo, pero parecía que lo acaban de usar como unidad de evacuación en Beirut y que cargó en algún momento a Palestinos y Judíos con su respectivo armamento en su interior (y al mismo tiempo mientras discutían de política). Además, algunos de los pasajeros que abordaron el bus en el transcurso del día, al parecer no se habían bañado desde la proclamación de neutralidad de la administración Monge, por lo que el bus olía a zoncho mojado. Los asientos eran más duros e incómodos que un cepo (en esto reclamo algo de complicidad, cuando uno mide 1.96, no debe tratar de sentarse en asientos que obviamente fueron diseñados para los Umpa Lumpas).

Para finalizar, fue bueno darse cuenta que la escuela de manejo de la Ruta Periférica mantiene sus estándares de calidad: El caballero que manejaba la unidad lo hacía con el rencor de Clint Eastwood al final de Unforgiven. Arremetía la carretera con odio desalmado, asegurándose de que su autobús pisara cada fisura, cada bache, cada hueco de a carretera a velocidades de vértigo, sólo para sentir el placer del porrazo inmisericorde en los riñones cada treinta segundos. Las solicitudes de “parada” son consideradas insultos personales que deben compensarse con aceleronazos brutales donde la palanca de cambios y el clutch demuestran que están divorciados desde hace muchos años y que el divorcio no fue nada amigable. Las curvas se toman coleando la unidad como si se quisiera evadir a un batallón de policía que viene abriendo fuego detrás de nosotros (disimuladamente busco a Bonnie, porque es evidente que Clyde viene manejando).

Llega mi parada y literalmente, me lanzo fuera. Al tocar tierra mi cuerpo se siente como un saco de arena que Tyson ha estado usando como campo de entrenamiento. Descubro que por lo menos el viaje ha sido corto, sólo quince minutos en un bus, pero la relatividad de Einstein los hizo parecer tres eternidades en el Averno. Es la primera vez en mi vida que un recuerdo de mi juventud universitaria no me deja feliz.

Casi me arrastro a la parada donde está uno de “mis” buses. El chofer de la “Station”, que ya se iba, me ve venir y pacientemente me espera. Al verme subir me da las buenas noches.

Francamente, casi le doy un abrazo.

miércoles, agosto 16, 2006

Castrito

A veces nos olvidamos que es un dictador. Que viola derechos humanos. Que vive en la riqueza cuando la mayoría de su pueblo vive con lo mínimo. Que está enfermo de poder y que se niega a reconocer cualquier otra opción política. Que ha despreciado al resto de las democracias latinoamericanas en diferentes momentos de su historia. Que su único aliado actual es el demagogo venezolano.

Se nos olvida, porque Castrito a diferencia de Pinochet, Somoza, Trujillo, Videla, y un enorme etcétera, es un dictador simpático. Tiene don de gentes. Es un genial orador. Es además un genio en materia política y además ha sido una espina incómoda que los gringos han aguantado por cincuenta años. Su lucha, ganada valga decir, en contra de los yanquis enemigos de la humanidad, nos cae simpática a los latinoamericanos. Además sus relacionistas públicos son mejores que los de cualquier dictador latinoamericano (seamos francos, si Pinochet hubiera tenido a Silvio Rodríguez y a Pablo Milanés cantando maravillas de él, el desgraciado general chileno no nos caería tan mal).

Súmese a lo anterior que los latinoamericanos despreciamos cordialmente al pueblo exiliado cubano. La gusanera lo llaman, porque Castrito un día dijo que no eran cubanos sino gusanos, es el único exilio latino que ha sido despreciado por sus hermanos latinos. La verdad nos revienta que los representantes del exilio cubano sean Cristina, los Estefan y Andy García. Los exiliados en Latinoamérica TIENEN que ser de izquierda (y cantar trova no tener éxitos en Bilboard). Como agravante, los exiliados cubanos en Miami, suelen ser más de derecha que Mr O’Riley de FOX NEWS, más republicanos que Reagan y lo suficientemente idiotas como para salir a bailar en las calles cuando a Castrito se le tuerce un intestino y deciden darlo por muerto.

Castrito tiene sus méritos, no se los niego. Cuba es un mejor país de que lo que iba ser bajo el protectorado gringo. Pero me niego a aceptar que el pueblo cubano sea “libre”. Cuando tu libertad de pensamiento está limitada a ser comunista o “traidor” entonces señores no hay libertad. En esto señores Castrito es igual a cualquier dictador de cuarta categoría. En eso y muchas cosas más, pero si comienzo a hablar de violaciones de derechos humanos en Cuba la izquierda comenzará a gritar ¡PROPAGANDA DE LA CIA! PROPAGANDA DE LA CIA!

Precisamente esa es una de las ventajas que Castrito ha tenido y que otros dictadores no tuvieron. Por ejemplo, por años la izquierda latinoamericana (y mundial) se negó a reconocer las barbaridades del régimen soviético (Hungría en el 56 y la primavera de Praga del 68 fueron inventos propagandísticos de la CIA). Nuestra izquierda latinoamericana siempre ha estado encima de denunciar (con gran acierto) las barbaridades de los gringos y sus matarifes designados como gobernantes en nuestros estados. Pero cuando se trata de ver los defectos de Castrito sacan la defensa de la propaganda de la CIA.

Ahí sigue Castrito, inmune a la crítica. Perpetuado en el poder. Disfrutando del poder. Incluso siendo hipócrita con el poder (sólo le faltó besarle el anillo al Papa, en esto perdí una apuesta, pero ¿EL PAPA EN CUBA? Solo Castrito sabe manejar a la Iglesia Católica tan bien). El es el summa cum laude de los dictadores, el dueño de la bola, y en mi criterio el mejor político latinoamericano de los dos últimos siglos. Lástima que sea un dictador.

Allí, en su lecho de enfermo, le deseamos pronta recuperación. El juicio de la historia lo está esperando, Comandante Fidel Castro.


Glosa: Y desde su lecho de enfermo, Fidel le pegó la segunda garroteada diplomática de su administración a Oscar Arias (la primera fue cortesía de Benedicto XVI). Me parece que a Oscar le está costando entrar en calor en el ejercicio diplomático. Tal vez si de dedica un poco a Costa Rica pueda en uno o dos años, volver a la arena internacional, al fin y al cabo fue electo presidente de Costa Rica, no jefe de la diplomacia latinoamericana (¿o me equivoco y en realidad elegimos a Rodrigo presidente sin que estuviera en la papeleta?).

jueves, agosto 10, 2006

Marcos

Siguiendo con la promesa de revisar mi biblioteca, hoy quiero hablar de la primera novela de un autor nacional que cayó en mis manos allá por 1977. Si bien la primera autora nacional que leí (como muchos de mi generación) fue a Carmen Lyra (con sus cuentos de Mi Tía Panchita), la primera vez que me enfrenté a una novela que no era escrita por Julio Verne o Alejandro Dumas fue cuando tomé el libro de Carlos Luis Fallas: Marcos Ramírez, aventuras de un muchacho.
Yo ya había leído para entonces, una versión condensada de Tom Sawyer, por lo que encontrarme con una novela donde un niño de mi edad era el protagonista, pero que en vez de andar por el Sur de los Estados Unidos, andaba caminando por las calles de San José (y de Alajuela, por supuesto), me llamó poderosamente la atención. Marcos Ramírez es una novela de aventuras de fácil lectura para las personas en edad escolar pero que a la vez, cuando lo retomas en la adolescencia o en la madurez, descubres el profundo trasfondo social que contenía, la descripción en primera persona de hechos políticos de nuestra nación en la supuesta época de gloria del liberalismo y además una muy detallada descripción de la forma de vida y el paisaje urbano y rural del Llano de Alajuela, de San José de principios del siglo pasado e incluso un par de paseos a Puntarenas y a Atenas.


Marcos es el centro de la novela, el resto de los personajes son extraordinariamente secundarios (cosa que no ocurre en Tom Sawyer, Calufa no le puso a su Marcos ni un Huck Finn ni una Becky Tatcher). Todos los amigos de Marcos son pasajeros (como lo son los amigos de un niño que pasa cambiando de escuela o en el caso de Marcos, perdiendo algún año). Los familiares de Marcos (salvo Fidelia la madre y Zacarías) sirven de complemento para conducir la narración pero podría prescindirse de alguno y el resultado sería el mismo. Aquí aventuro una crítica, la obra tiene muchos personajes que literalmente sólo están para adornar el paisaje dejando algunas relaciones familiares interesantes en el aire (por ejemplo, en la casa de Marcos había seis hermanas menores las cuales NUNCA son mencionadas).


A pesar de lo anterior, la novela es una maravilla para el lector. Tiene la enorme ventaja que el diálogo es honesto, sin florituras, sin exagerar en demasía los costarriqueñismos, todo en dosis justas y hasta dos mentonazos de madre bien acomodados (uno memorable y que todavía me provoca una carcajada cuando lo leo: el que va dirigido a la suegra de Zacarías después de la batalla con el zorro hediondo). Además la obra viene aderezada por algunas de las mejores leyendas de nuestro folklore, pues nos enteramos por ejemplo, que el verdadero nombre del Cadejos era Lizardo y que la única forma de derrotarlo era mostrarle la cruz de la cruceta.


Contrario a lo que se pueda creer (por la ideología de Calufa), no se percibe en la obra un resentimiento social. Marcos y su familia son pobres pero ni Marcos ni ningún otro personaje es presentado como héroe de clase. Hay una cuantas menciones al discurso social de la izquierda, pero la obra no es un panfleto político. La obra es una novela de aventuras, aventuras de un muchacho y de uno de los buenos. De los torteros, de los que quiebra vidrios, tiene novias, y se da de trompadas con cualquiera. Que falta a la escuela, que es inteligente y que le repugna la autoridad ejercida brutalmente. Que se revela contra el sistema.

Marcos además, como este lector de quien se hizo amigo hace casi treinta años, es fanático de los libros. Ahí señores, Ramírez dejó a Sawyer muy atrás.

Si algún profesor de español cometió el delito de desgraciarles esta novela (como suelen hacerlo impunemente), por favor tómela ahora, y vuelva a ponerse la flecha en el bolsillo. Le apuesto que puedo pegarle a ese pájaro en la ventana de la botica…


PS: Al contrario del Ruiseñor, este libro lo puede leer cualquier niño mayor de seis años y menor de ciento cuarenta y tres.

martes, agosto 08, 2006

Los cuatro

Desconfío de cualquiera a quien no le gusten los Beatles.
Charly García.

Los conocí en la tele, por medio de los dibujos animados.

Las caricaturas eran medio tontas: una aventura de los cuatro que siempre llevaba el nombre de sus canciones más conocidas de la primera etapa.

En la casa de mi abuela, encontré un Long Play de ellos: The Beatle’s Second Album, una compilación que Capitol Records montó a la carrera en el 64 con el fin de poner al día a los estadounidenses con lo que los cuatro estaban haciendo desde el 61 en Inglaterra.

Luego la primera compra: Tenía diez años (1978) y me fui a la famosa tienda LP45 (avenida central y segunda, calle 7) a comprar mi primer disco de ellos. Fue el album doble azul. La colección 1966-1970. Y para mi sorpresa no estaba la música que yo conocía. Nada de Yeah Yeah Yeah! Más bien un sonido algo diferente, que me impresionó profundamente. No es todos los días que uno descubre por primera vez Strawberry Fields o Penny Lane; que se da cuenta uno que Plaza Sésamo nos estaba presentando su música cuando nos cantaban el Jardin del Pulpo; que Hey Jude es tal vez lo más grande que se haya compuesto en la música moderna y posmoderna a pesar de ser una canción tan sencilla en su letra. Y TODO ME LLEGÓ A LOS DIEZ AÑOS.

Lo reconozco: me volví adicto. Y con ellos abracé la música de los sesenta y me condené al ostracismo musical con los de mi generación. Cuando la adolescencia arribó en los 80’s, me declaré inmune a Duran Duran, Maddona, Boy George y por supuesto abstemio de Michael Jackson. Yo seguía comprando en LP45 los LP de ellos. El For Sale (excelente a pesar de que casi no trae canciones Lennon-McCartney), el Abbey Road (genial despedida), el Let it Be (nunca me gustó hasta que llegó el Naked), el Álbum Blanco (que es una especie de aventura interminable, cada vez que lo oigo encuentro algo nuevo) y por supuesto el mejor de todos, el summa cum laude del rock’n’roll, el que sigue disputando con el Dark Side of the Moon el título de mejor album de rock de todos los tiempos: La Banda de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta, que en su momento (1967) detuvo el mundo para luego mandarlo de cabeza a la era psicodélica.

Llegué por fin, después de casi quince años de compras, a tenerlos todos. A pesar de que los LP fueron llegando cada vez menos y tuve que conformarme con conseguir algunos en casete (el más difícil de conseguir: Revolver, no sé por qué diantres nunca lo traían, lo terminé consiguiendo en Auco Disco, una tienda muy especializada que estaba por la Asamblea Legislativa). Lo cierto es que no comencé a comprar los CD hasta que completé la colección en los formatos antiguos (LP y Casetes), una muestra de excentricidad que me costaba no pocas miradas de burla entre los vendedores que a finales de los ochenta y principios de los noventa no comprendían porque no compraba todo en CD de una vez.

Sólo me faltó uno: A colection of Beatles Goldie’s Oldies. Una recopilación de exitos lanzada en el 66 que cuando la tuve en mis manos en LP45 no la adquirí por cuanto me parecía más bien un rejuntado de canciones no relacionadas realizadas por DIDECA (la compañía guatemalteca que los distribuía). Luego me enteré que formaba parte de la discografía oficial Y NUNCA LO VOLVÍ A VER.

Ahora los tengo todos en CD (además de las Antologías, unos cuantos videos, algunas versiones instrumentales, cuatro o cinco libros, un diccionario y un programa de computo que me permite escuchar todas sus canciones en una sola sentada… lo admito, soy adicto a ellos). Pero ¿saben? De vez en cuando quisiera poder sacar los viejos LP’s, quitarles el polvo, y recodar mi niñez y mi adolescencia. Para mí señores, el rock’n’roll se oye mejor en acetato. Y los cuatro grandes de Liverpool cada día suenan mejor.

Por cierto, el Beatle’s Second Album fue el primero en llegar y el primero en partir. Me fue hurtado en 1982 por un ladrón con un excelente gusto musical…

jueves, agosto 03, 2006

Ahora que el TSE Pide ayuda

Vi en la prensa que el Tribunal Supremo de Elecciones está pidiendo Auxiliares Electorales para el proceso de elecciones municipales.

Me pareció un excelente momento para recordar una nota que este servidor tuvo que remitir al TSE hace cuatro años y que a la fecha de hoy, no ha sido contestada.


San José, 18 de febrero de 2002

Señor

Lic. Oscar Fonseca Montoya

Presidente

Tribunal Supremo de Elecciones

Honorable Magistrado:

A través de conocidos y familiares me he enterado de las manifestaciones dadas a la prensa por su persona en el sentido de que los Auxiliares Electorales que participamos en la primera ronda electoral, el pasado domingo tres de febrero, no fuimos capaces de cumplir con la labor que se nos encomendó, al punto de estimar poco conveniente utilizar la figura del Auxiliar en la segunda ronda electoral o en futuros procesos electorales.

De ser ciertas dichas manifestaciones, me parece que se ha incurrido en una generalización injusta, y también se nos ha endilgado a los ciudadanos que cumplimos esa función, una responsabilidad que no nos correspondía, por cuanto el propio Tribunal nunca nos dio esa responsabilidad.

Como usted bien lo conoce el Reglamento de Auxiliares Electorales establecía nuestras funciones como un órgano consultivo externo, ajeno a las decisiones finales que adoptara la Junta Electoral. La responsabilidad de las acciones de los miembros de la Junta Electoral recaía únicamente en ellos, por cuanto a nosotros no se nos invistió de autoridad alguna para detener actos, impugnar decisiones o declarar nulidades. En este aspecto, las capacitaciones recibidas fueron particularmente específicas en cuanto a que no podíamos intervenir en las decisiones de las Juntas Electorales, limitando nuestra función a simples observadores y consultores del proceso. Si la Junta, pese a nuestras advertencias y consejos se negaba a adoptar determinadas medidas, nuestra única “arma” consistía en dejar constancia de los hechos en la bitácora remitida a tal efecto y señalar cualquier irregularidad al Delegado del Tribunal.

Antes de endilgarnos la responsabilidad de los errores incurridos en las Juntas, debería de haberse revisado los reportes de las bitácoras de todos los Auxiliares Electorales, con el fin de determinar si éstos había o no cumplido con su labor.

El programa de Auxiliares Electorales tuvo su primer tropiezo al no cumplirse con las metas de reclutamiento capacitación antes de la entrega de material electoral. Ejemplo de estos es que en el programa de radio del Tribunal transmitido al mediodía por Radio Reloj, me tocó escuchar una aviso de capacitación para auxiliares en Nicoya que se celebraría el 26 de enero (una semana antes de las elecciones y ya con el material electoral en manos de la Juntas). Además fue evidente que los Auxiliares que fuimos capacitados en diciembre recibimos más horas de capacitación (dos sesiones de tres horas) que aquellos que acudieron en enero (una sesión de dos horas). Uno de los puntos de la capacitación era relacionado con la entrega del material electoral a la Junta Receptora. De conformidad con lo señalado por los funcionarios del Tribunal, el Auxiliar debía estar presente al momento de la primera revisión del material. Creo que no miento al afirmar que ningún auxiliar pudo cumplir con ese primer deber por cuanto los materiales fueron entregados antes de que los nombramientos de los Auxiliares estuvieran listos. Este primer contacto con la Junta Electoral se dio hasta el día de las elecciones, quitándonos la posibilidad de detectar cualquier irregularidad previa.

Súmese a lo anterior que era evidente la falta de capacitación de los Miembros de Mesa, la cual los llevaba a tomar decisiones equivocadas pese a nuestras advertencias, y la evidente falta de resolución de los Asesores Electorales (los cuales en el caso de la escuela donde presté servicios brillaron por su ausencia hasta altas horas de la tarde, cuando aparecieron con la única función de recoger los telegramas) y del Delegado del Tribunal. En este último caso, el Delegado del Tribunal de la Escuela de La Aurora de Heredia tenía una sola respuesta a los problemas: “La Junta era autónoma a la hora de tomar decisiones”, lo cual, aunado al hecho jurídico señalado de que los auxiliares carecíamos de autoridad, impedía que nuestra labor se notara.

Sé de auxiliares electorales (como quien suscribe) que fueron escuchados por los Miembros de Mesa y cuya labor fue coordinada y con excelentes resultados, sin embargo, hubo suficientes casos en que el Presidente de la Mesa desoía las recomendaciones del Auxiliar y amparado en la “soberanía” de la Junta tomó decisiones erradas e incluso contrarias a derecho (de esto es testigo mi esposa, que prestó servicios como Auxiliar y que sufrió la continua desatención de las normas por parte del Presidente de Mesa). Incluso quien suscribe tuvo que presenciar el penoso espectáculo de observar a una Fiscal General de un partido político regañar airadamente a una Auxiliar mientras que el Delegado del Tribunal parecía no encontrar respuestas al conflicto, al punto de consultarme a mí sobre la forma en que debía solucionar ese diferendo. Aclaro, no dudo que existieran Auxiliares que fallaran en sus labores, pero no se les debe poner en la misma balanza de los que sí cumplimos.

Es decir, se nos achaca la responsabilidad de los errores en las mesas, pero no se señala que los Miembros de Mesa no estaban debidamente capacitados, que los Delegados del Tribunal ratificaban la autonomía de las Juntas Electorales, y que de conformidad con la normativa carecíamos de autoridad para imponer nuestro criterio sobre esa autonomía. ¿De quién fue entonces la responsabilidad de los errores?

Quiero aclarar que quien suscribe estuvo dispuesto a formar parte del programa de auxiliares electorales desde sus inicios. Incluso, al momento de inscribirme, ignoraba que el Tribunal Supremo de Elecciones iba a cancelar honorarios por ese servicio, y que hubiera estado dispuesto a laborar de forma voluntaria como siempre he laborado en los procesos electorales. Hago estas manifestaciones porque me parece un error del Tribunal el no incluir al Auxiliar Electoral en la Segunda Ronda electoral que se celebrará el 7 de abril. Es muy probable que para ese proceso se presenten mayores problemas debido a los inconvenientes vistos en el actual proceso.

Me explico: Si las agrupaciones políticas tuvieron serios problemas para acreditar a sus Miembros de Mesa y fiscales en el anterior proceso, y severos inconvenientes para que estos miembros y fiscales se presentaran a laborar, es muy probable que estos inconvenientes se agraven en una segunda ronda. Más si se toma en cuenta que es posible que los Miembros de Mesa de grupos como Fuerza Democrática, Movimiento Libertario, Acción Ciudadana o Renovación Costarricense, no encuentren motivación alguna para laborar en un proceso donde sus partidos políticos no están involucrados de forma directa (en días pasados me consultó un miembro de mesa del PAC cómo iban a recibir alimentación o transporte si su partido no estaba involucrado). Resulta necesario garantizar la presencia del Tribunal en las mesas en esa segunda ronda, y frente al escenario señalado el Auxiliar Electoral podría ser el mejor garante del Proceso.

Espero su reconsideración sobre los puntos señalados, y que se encuentre la forma de mantener la figura del Auxiliar Electoral como un elemento de garantía de la pureza de nuestro proceso electoral, y que se mejore y refuerce jurídicamente la figura. En cuanto al costo, estoy seguro de que muchos de los que participamos lo haríamos nuevamente forma voluntaria, y aquellos que no, podrían ser sustituidos, o bien asignar Auxiliares que asesoren varias mesas al mismo tiempo. Si el concepto original de la figura implica necesariamente el pago de honorarios, entonces establecer pagos diferidos en el tiempo que permitan Tribunal acomodar su presupuesto. Pero no puede desperdiciarse los recursos invertidos y la capacitación de los Auxiliares (a la que debe sumarse la experiencia de haber participado ya en su primer proceso electoral) y desechar la idea cuando los fallos incurridos no eran de su entera responsabilidad.

Con toda consideración y respeto, y quedando a las órdenes del Tribunal, se suscribe atentamente,

Lic. Eduardo E. Mora Castro.