Es sábado santo...
A las tres de la tarde.
La autopista General Cañas luce más vacía que de costumbre. Los conductores podemos viajar con más espacio.
Yo voy tranquilo. Mi hija va atrás, en su silla de seguridad. No me atrevo a subir la velocidad a más de 80 kph cuando llevo a cualquiera de mis hijos en el carro.
A lo lejos, por el retrovisor, veo las luces... Las luces de una ambulancia.
No corre, vuela. Trae una emergencia. Los choferes lo entendemos y nos corremos para dejarle el carril izquierdo libre. Pasa volando a la par mía. Calculo que va a 120 kph. Adentro lleva la lucha eterna entre la vida y la muerte.
Y a menos de dos metros de la ambulancia... sí, a menos de dos metros, a 120 kilómetros por hora. A una velocidad que requiere de más de cien metros de distancia para poder frenar, a sólo dos metros de la ambulancia, a esa velocidad, una unidad movil de REPRETEL.
Con las luces de emergencia prendidas, como si fuera parte de la emergencia el obtener una toma para el noticiero. Como si el sufrimiento del que viaja en la ambulancia no valiera un centavo. A ciento veinte kilómetros por hora, esa unidad movil no debía estar ahí. ¿Y si la ambulancia frena? ¿sacarán en el noticiero de las siete las imágenes del camarógrafo, el periodista, el chofer y los ocupantes de la ambulancia TODOS MUERTOS POR LA IRRESPONSABILIDAD QUE OBLIGA A LOS PERIODISTAS A VENDER SANGRE Y MUERTE EN VEZ DE INFORMACIÓN?
Los sigo con la mirada mientras se alejan...
Y entonces ocurre algo peor...
La ambulancia no entra al Hospital México.
Si no entró ahí (el Hospital con la mejor Unidad de Emergencias de la zona) sólo puede ir a otro lugar, pienso. Esa ambulancia va para el Hospital Nacional de Niños. ESA AMBULANCIA LLEVA A UN NIÑO COMO MI HIJA, ESTAN TRATANDO DE SALVARLE LA VIDA Y LLEVAN UN INSTRUMENTO ASESINO A SOLO DOS METROS DE DISTANCIA A 120 KPH...
DIOS MIO, QUE NO HAYA UN HUECO FRENTE A LA AMBULANCIA.
...
(lo anterior no es un cuento, es un hecho cierto que ocurrió el pasado 15 de abril entre las quince y las quince treinta horas en la Autopista General Cañas).
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8 comentarios:
deberías enviarlo a repretel. Cada vez más evolucionan hacia el zopilote.
Siempre he pensado que en este país hay que manejar a la defensiva,y ya no solo es importante lo que uno va haciendo con su carro sino además tenés que ir concentrado en los movimientos de los otros vehículos, ya que al menor descuido .....zas!En este caso es una total y completa irresponsabilidad que un medio de comunicación deba actuar así para lograr una noticia en la que probablemente vayan a ser parte.
aprecio mucho la saliva de mi boca como para tan siquiera escupir el periodismo repulsivo de repretel.
escoria!
Esta forma de actuar es conocida por mucha gente y es "vox populi" por decirlo así. Sin embargo, es bueno hacerlo de conocimiento público de esta forma, para mi el algo que le deberían enseñar a los periodistas desde la universidad. El problema es que el morbo vende.
Como dice Sole, la única palabra que se me vino a la cabeza es "buitres". ¡Qué asco!
¿Periodismo? ¡Qué va! El morbo vende dice Enar y con toda razón, a costa de lo que sea.
Claro que el morbo vende, cuenten cuánto dinero se bota a la basura en televisión (con lo caro que son los segundos en ese medio)o en las páginas de los periódicos, sólo retransmitiendo "sucesos"
repretel, sí son una piltrafa, pero les cuento que teletica no se queda atrás.
costa rica, el país del absurdo
Recuerdo una ocasión en que asaltaron a un señor cerca de mi casa, y el pobre me pidió ayuda. Llamé al 911 y les expliqué la situación mientras el susodicho sangraba por el pecho y un brazo. Para no cansarlos con el cuento, la gente de Repretel y La Extra llegaron antes que la ambulancia. Cuando el señor vió que esta gente había llegado, se puso como los mil diablos y les gritó "a mi no me van a tomar, muertos de hambre!!, ojalá algún día llegaran antes que la ambulancia y se encontraran a su madre así como estoy yo ahora, a ver qué hacen!!!"
Les juro que me dieron ganas de aplaudirle ahí mismo...
saludos!
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