El segundo año no fue tan prolijo como el primero. Es más me tomé un mes y resto de vacaciones. Pero lo cierto es que después de dos años y más de cien artículos me impuse una pausa para decidir si quería seguir escribiendo o no.
Las ideas siguen viniendo a la cabeza pero el tiempo no. A veces son factores externos (como el apagón de ayer en mi barrio lo que obligó a que la columna del segundo aniversario salga un día tarde). A veces es simplemente me agobia la idea de que estoy escribiendo y escribiendo sin realmente tener un motivo más que la autosatisfacción de saber que puedo escribir. ¿Es eso suficiente? Mis artículos no pueden ser considerados como grandes ensayos y no creo que uno sólo de ellos haya provocado grandes cambios en nuestra sociedad. Como podrán ver no ando muy motivado para escribir mis columnas últimamente.
Así, el cuarto ha dejado de ser tan grande y se ha transformado casi en un rincón desordenado, donde de vez en cuando sacaba una idea. Me he tomado la mitad de enero y todo febrero para decidir si el anuncio del segundo aniversario sería además el anuncio de cierre.
Pero me ganó el orgullo. El cuarto es uno de los proyectos más personales que he realizado en mi vida y por alguna razón hay un grupo de lectores que insiste en entrar a leerlo y comentarlo. ¿Tengo aprecio por los lectores?. Seamos francos sólo por aquellos que conozco. El aprecio motiva a escribir tarjetas de cumpleaños, notas de pésame o similares, pero el cuarto es mi conciencia hablando. Es lo que oigo en mi cabeza cuando tengo que decidir que está bien y qué está mal. Es el espejo de mi interior ideológico y el orgullo no me deja cerrarlo. Que la gente vea lo que pienso y que lo comparta o lo deje.
Nunca estaré en capacidad (económica y de tiempo, y principalmente de tiempo) para desarrollar un blog como la página de Amelia Rueda o el propio Cristian en su fusil. La verdad me conformo con cambiar de vez en cuando de plantilla o de colores y con la posibilidad de darles de vez en cuando mis ideas sobre la realidad de nuestro país y nuestro mundo, siempre con mi tono sardónico y sabihondo con el que demuestro que el mundo por lo general, está equivocado y yo no.
El cuarto sigue señores, después de dos años. Y para que vean que es cierto de seguido les dejo mis comentarios cortos del primer bimestre.
Las ideas siguen viniendo a la cabeza pero el tiempo no. A veces son factores externos (como el apagón de ayer en mi barrio lo que obligó a que la columna del segundo aniversario salga un día tarde). A veces es simplemente me agobia la idea de que estoy escribiendo y escribiendo sin realmente tener un motivo más que la autosatisfacción de saber que puedo escribir. ¿Es eso suficiente? Mis artículos no pueden ser considerados como grandes ensayos y no creo que uno sólo de ellos haya provocado grandes cambios en nuestra sociedad. Como podrán ver no ando muy motivado para escribir mis columnas últimamente.
Así, el cuarto ha dejado de ser tan grande y se ha transformado casi en un rincón desordenado, donde de vez en cuando sacaba una idea. Me he tomado la mitad de enero y todo febrero para decidir si el anuncio del segundo aniversario sería además el anuncio de cierre.
Pero me ganó el orgullo. El cuarto es uno de los proyectos más personales que he realizado en mi vida y por alguna razón hay un grupo de lectores que insiste en entrar a leerlo y comentarlo. ¿Tengo aprecio por los lectores?. Seamos francos sólo por aquellos que conozco. El aprecio motiva a escribir tarjetas de cumpleaños, notas de pésame o similares, pero el cuarto es mi conciencia hablando. Es lo que oigo en mi cabeza cuando tengo que decidir que está bien y qué está mal. Es el espejo de mi interior ideológico y el orgullo no me deja cerrarlo. Que la gente vea lo que pienso y que lo comparta o lo deje.
Nunca estaré en capacidad (económica y de tiempo, y principalmente de tiempo) para desarrollar un blog como la página de Amelia Rueda o el propio Cristian en su fusil. La verdad me conformo con cambiar de vez en cuando de plantilla o de colores y con la posibilidad de darles de vez en cuando mis ideas sobre la realidad de nuestro país y nuestro mundo, siempre con mi tono sardónico y sabihondo con el que demuestro que el mundo por lo general, está equivocado y yo no.
El cuarto sigue señores, después de dos años. Y para que vean que es cierto de seguido les dejo mis comentarios cortos del primer bimestre.
2 comentarios:
¡¡¡Que siga que siga!!!
La verdad no se si entro por curiosidad o simplemente por ver que hacen los que no piensan como yo , igual comparto muchos de sus criterios y espero que siga llenando ese espacio en mi vida , que es el que uso para leer sus comentarios. Saludos
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