martes, julio 18, 2006

Medio Oriente

Desde mi época de estudiante he sido partidario de la existencia, soberanía y derecho de defensa del Estado de Israel. A la fecha de hoy sigo poniendo a Israel como el ejemplo perfecto de la creación de un Estado Moderno: Una nación sin territorio pero con una fuerte identidad, llega a una tierra que no la pertenece, la hace suya y luego proclama un Estado. ¿Alguna vez se han preguntado porqué Israel comenzó a existir como Estado desde abril de 1948 mientras que Palestina no tiene ni diez años de ser Estado? La respuesta ayuda en mucho a comprender buena parte de los conflictos que existen en el Medio Oriente.

Las Ciencias Políticas desarrollaron a mediados del siglo XX la denominada Teoría del Estado (la desarrolló el sociólogo alemán Herman Heller el cual ya mencioné, mis alumnos deben sufrir todos los cuatrimestres). Dicha teoría, sostiene que el Estado Moderno es la interacción de tres elementos: La Nación, el Territorio y la Organización Política. Heller sostiene (opinión que yo comparto), que la organización política y el territorio carecen de importancia política si no es posible vincularlas a un pueblo determinado. Si bien los tres elementos forman el Estado, Heller considera que el elemento fundamental es la nación, por cuanto la organización social debe girar alrededor del hombre.

Habermas (otro alemán), sostiene que el concepto de nación ha evolucionado en nuestra historia social: Originalmente existía una nación primitiva (las “gens” a las que se refiere Engels en El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado), grupos sociales que se encontraban unidos por compartir usos (normas de comportamiento social) comunes. Sin embargo, nuestras naciones modernas existen en cuanto podamos vincular un grupo social ya no con sus usos y costumbres sino con un territorio y una organización política determinada (en otras palabras, somos costarricenses porque este territorio en el que estamos se llama Costa Rica, y existe una organización política denominada Estado Costarricense que nos otorga esa nacionalidad). La teoría de Habermás es válida cuando la analizamos con vista en los Estados modernos: Nuestra nacionalidad ha sido definida políticamente no “naturalmente” (de ahí que el nacionalismo en países como el nuestro es una idea absurda, pero bueno, de absurdos está lleno el mundo).

De todos los Estados primitivos, el antiguo Estado de Israel (sí el de David, Salomón etc.) representaba la evolución natural de la nación primitiva: Una familia (la de Jacob) ve a su descendencia evolucionar en doce grandes tribus, unidas todos por usos sociales comunes (monoteístas y herederos de la promesa de Abraham de tener la tierra de Canaán), salen de Egipto hacia una tierra prometida y reciben en el desierto su Constitución Política (aunque Moisés tuvo que metérselas pedradas), para luego conquistar la tierra prometida (a punta de balazos, pero era el método de precarismo más conocido en ese tiempo). Siguiendo la fórmula de Heller, tenemos una Nación (las doce tribus) y un territorio (la tierra prometida), si usted amigo lector es seguidor del Antiguo Testamento, sabrá que la conquista de la tierra prometida finaliza en el libro de Josué, el siguiente libro es el de los jueces. Los Israelitas, cuando se asientan en su tierra, le piden a Dios que les de jueces para que los gobiernen (dos libros más adelantes pedirán un rey y David caerá a pedradas sobre el trono), y aquí salta el Estado Primitivo de Israel: Nación, Territorio y Organización Política (una teocracia, pero organización al fin).

Por miles de razones históricas, el pueblo de Israel fue expulsado no una, sino varias veces de la tierra prometida. La última fue la más devastadora cuando en el año 70 D.C. los romanos destruyen la ciudad santa y provocan la gran diáspora que duraría casi dos mil años en retornar.

Esta es la parte de la historia que al menos a este servidor le fascina: Más de cinco mil años después de haber salido de Egipto (si le creemos a las Sagradas Escrituras), los israelitas lo volvieron a hacer. Llegaron en un nuevo Exodo hacia Canaán, dispuestos a conquistar la tierra de nuevo. Pero en este mundo nuevo, las Naciones Unidas intervinieron para evitar (supuestamente) una nueva batalla por la denominada tierra santa. Esta vez no había hititas, ni cananitas en la tierra prometida: había árabes, una nación como la israelí: formados de varias tribus que mantenían usos sociales comunes (Nuevamente la Religión), y con un gran apego con la tierra que habían ellos bautizado como Palestina. La ONU decide jugar de Salomón y parte el territorio a la mitad: Una parte para los árabes y una parte para los judíos (como dato anecdótico, al parecer, si le creemos a León Uris en su novela Exodo, uno de los votos determinantes en la ONU fue el de Costa Rica, la cual venía de salir de la revolución del 48). La resolución de la ONU nunca pudo aplicarse, la declaratoria de la existencia del Estado de Israel provocó la primera guerra en Palestina. Valga decir, también provocó la primera victoria de Israel.

Según he logrado comprender, los palestinos no podían considerarse una nación, por cuanto no sólo se trataba de miembros de tribus diferentes que habitaban el mismo territorio, sino que sus grupos políticos eran influenciados por los otros países árabes (Siria, Jordania, Irán y Egipto). Palestina no tuvo conciencia estatal si no hasta hace unos diez años. Israel se proclamó estado diez minutos después de la declaración de la ONU. Tenían el territorio, tenían la nación, esta vez no esperaron que Dios les mandara un Rey y aprobaron una Constitución Política. Israel, en mi criterio, fue un Estado libre, soberano e independiente desde el primer día, y por eso ha sobrevivido ya más de cincuenta años.

Palestina apenas gatea en la experiencia de crear un Estado y todavía no tiene autonomía plena por cuanto Jordania, Irán, en su momento Irak y otros estados árabes buscan influir en las decisiones del gobierno palestino que además no goza ni siquiera de autonomía económica (algunos de sus ingresos dependen de… ISRAEL), por eso le ha tocado la parte pobre de la evolución de los dos Estados. Además la fama de terroristas que tuvo en su momento la OLP no le atrajo grandes simpatías en occidente. En fin, no podemos considerar todavía a Palestina como un Estado por lo cual, continuará perdiendo sus batallas militares contra los israelitas. La Anarquía nunca gana guerras.

Por años, los Israelitas había consolidado su Estado como una maquinaria efectiva, casi perfecta en lo económico, perfecta en lo militar y sin grandes conflictos políticos. El sueño Israelí se vino abajo con el asesinato de Rabin. A partir de ahí, Israel dejó de defenderse y pasó al ataque. Crearon un Gueto palestino, han levantado muros y han agredido militarmente a sus vecinos. En mi criterio han perdido su norte, provocados por el temor a la extinción y por el fanatismo religioso y creo que siendo utilizados por los Estados Unidos como peón de avanzada para poder dominar a Irán. Han ido a la guerra total a jugarse el todo por el todo, a vencer o morir.

Han olvidado las lecciones de la historia: Esta guerra no puede ser santa. No puede venir de Dios. Han salido a la guerra como sus reyes necios que sin escuchar a los profetas de Yahvé cargaron con la derrota y la humillación. Han salido a servir no a Dios, sino a George W. Cada vez que Israel lo hizo así, la derrota, la esclavitud o el exilio fueron sus castigos.

Lo que me pregunto es: ¿y si pierden esta vez? ¿y si son expulsados nuevamente de Tierra Santa? ¿Volverán?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa es la versión académica de la historia...

La versión no académica es que amparados bajo lo que un texto escrito por hombres con el fin de moldear la realidad de su tiempo decía proclamaron que un pedazo al azar de tierra en el planeta era El Pedazo que querían.

Engrasaron los engranes como solo los judíos saben hacerlo y ¡zás! Tierra Prometida á là carte. La resolución de la ONU más que resolución es resarcimiento.

¿Qué ha Israel lo van a sacar de la tierra que tienen ahora? Difícilmente. Acá ya no se pelea con palos y piedras, Israel es LA fábrica de armas del mundo, Israel es EL ejército en el mundo. Y cuando políticos salen sin miedo declarando públicamente que sí, que están atacando concientemente blancos civiles pues son civiles los que los están atacando a ellos está todo dicho.

Israel hoy es un pueblo que se siente amenazado por otro pueblo. Parece que no aprendieron nada de la historia y que EL hecho que les dió su condición de "Estado" quieren dejarlo como una mera acotación al margen.

El programa de armamento nuclear de Israel fue desarrollado bajo el lema de "el holocausto justifica cualquier medida que nos hagan tomar en el futuro para asegurar nuestra supervivencia." La proclama infame de Bergmann fue "nunca más seremos los becerros que llevan al matadero." Hasta el día de hoy la capacidad del reactor nuclear de Dimona es un secreto bien resguardado y solo es posible estimar la capacidad nuclear de Israel, pero existe algún grado de acuerdo en torno a "cientos". La posición oficial de Israel es "no existe."

Eduardo Mora dijo...

Marcelo: Aunque efectivamente la resolución del 48 fue "Tierra Prometida a la carte", los judíos la tuvieron que ganar a sangre y fuego ANTES de ser una potencia militar (y con los ingleses apoyando descaradamente a los árabes).

Lo que traté de explicar es que si Palestina se hubiera consolidado como Estado autónomo desde 1948 el conflicto sería diferente. El problema fue que los propios árabes (Siria y Jordania principalmente), querían Palestina como parte de SU territorio y por eso no permitieron la formación de un Estado Palestino.

Totalmente de acuerdo en lo señalado con respecto al programa nuclear. Esto es lo que hace tan peligrosa esta nueva guerra. No hay que olvidar que "tampoco" Libia tiene armas nucleares y que Pakistan (nación musulmana al fin) también las tiene.

Adicionalmente, recordmemos que a Putín y a Pekin no les haría mucha gracia que los EE.UU. controlaran todo el territorio petrolero.

Reconzoco que los Israelitas no son exactamente el pueblo más simpatico del mundo, pero ayer ví en TV la opinión de un ciudadano judío norteamericano (aclaro lo vi en FOX NEWS, por lo cual debemos suponer que además era ultraderechista)que resumía la situación de Israel muy bien: Si le quitas las armas a los palestinos y los árabes que rodean Israel es más probable que haya paz en medio oriente.

Si se las quitas a los judíos verías la aniquilación del Estado de Israel.

Anónimo dijo...

Lo más grave de todo esto es el conflicto en el que se ven involucradas personas inocentes. Estoy de acuerdo con tu teoría, principalmente en la llamada Teoría del Estado,¿pero será posible que los organismos Internacionales puedan ayudar en algo? eso lo dudo si detrás de grupos de intereses existen facistas como Bush incitando a la guerra. ¿Por qué no forman dos Estados independientes? y así se acabó el problema, sé que no es fácil, pero mis utopía me llevan a decirlo.

La verdad es que el mundo no aprende, parece que la II Guerra Mundial, el Holocausto y otras tantas, no bastaron para darnos cuenta que así llegaremos más pronto de lo pensado a una autodestrucción.

Anónimo dijo...

judios...de verdad, no puedo sentir compasión por todo lo que le han hecho a palestina.