Estamos en presencia de un momento político interesante: Liberación Nacional aparece como el partido de mayor apoyo popular (si creemos en las encuestas), el PAC está al nivel del Libertario y el PUSC navega aguas tormentosas esperando que su líder decida lanzarse a la Presidencia, la diputación y presumiblemente la inmunidad.
Por supuesto que en las tiendas verde y blancas ya se están alistando los príncipes herederos, habiendo el delfín familiar trastabillado por culpa del memorando, desaparecida la esperanza “joven” por la misma razón, la figura del Alcalde eterno surge como el candidato más peligroso (montado sobre una base electoral populista y una fuertísima dirigencia en San José y Palmares que estén seguros forjará fuertes alianzas con dirigentes comunales olvidados por los Arias).
En segundo lugar, el señor Presidente da su bendición placentera para que su Vicepresidenta sea candidata (en perjuicio del caballero del acordeón que gusta de dormir en tugurios, a quien los Arias le deben bastante, pero que es un soldado disciplinado). Lo de la vicepresidente me llama la atención desde el punto de vista institucional por cuanto don Oscar se quedaría en su último año de Gobierno sin sustituto (e impondría un récord con la renuncia de dos vicepresidentes), lo cual de inmediato coloca al presidente del congreso del último año de la administración como vicepresidente en caso de ausencia de Oscar (¿alguien puede dudar de que Pacheco sería ese presidente del Congreso?)
Surge además la figura de Alvarez Desanti, quien erró al irse de Liberación y parece que vuelve a errar en su retorno, pero ojo: Antonio tiene el apoyo del figuerismo, que en Liberación significa Mariano y doña Karen y alguna dirigencia histórica. Si bien no es el mejor tandem político, por lo menos es seguro que van a molestar y bastante en los proceso internos hasta obtener de nuevo cuotas de poder con el fin de preparar el glorioso regreso de Muni o (gulp) José María.
El PUSC luce lo suficientemente seguro de que no tiene chance de ganar la próxima elección, y creo que el proceso electoral será dirigido en dos sentidos: Poner a Rafael Angel en la Asamblea (un político durísimo para liderar una oposición) y además aumentar el número de diputados para no ser simples comparsas del PLN.
En cuanto a los libertos libertarios tienen un serio problema: Su única posibilidad real es aliarse con la Unidad (o al menos con los sectores económicos liberales del cadáver del partido), para tener alguna dirigencia de base. La alianza total es improbable porque NADIE en la Unidad va a aceptar a Otto como candidato. Es más el Libertario y el PAC tienen un problema común: sólo hay un posible candidato presidencial. Y esto es una debilidad, por cuanto sería repetir y repetir la imagen conocida y que falló notoriamente en la última elección.
¿Y el PAC? Con el nuevo “bloque socialdemócrata” (que creo es idea de Rolando para quitarle caudal político al que sería el principal adversario de Johnny, SU HERMANO NO LO OLVIDEN), mucha de su base se está marchando en busca de más verdes (o más bien rojos) pastos. Ottón cuenta con una imagen desgastada, acribillada por los medios durante ya diez años, y que con una testarudez digna de Oscar Arias, insiste en mantener como cabeza de su partido. Si el PAC no propone otro candidato volverá a ser la tercera fuerza política del país, a la par del libertario.
Por supuesto que en las tiendas verde y blancas ya se están alistando los príncipes herederos, habiendo el delfín familiar trastabillado por culpa del memorando, desaparecida la esperanza “joven” por la misma razón, la figura del Alcalde eterno surge como el candidato más peligroso (montado sobre una base electoral populista y una fuertísima dirigencia en San José y Palmares que estén seguros forjará fuertes alianzas con dirigentes comunales olvidados por los Arias).
En segundo lugar, el señor Presidente da su bendición placentera para que su Vicepresidenta sea candidata (en perjuicio del caballero del acordeón que gusta de dormir en tugurios, a quien los Arias le deben bastante, pero que es un soldado disciplinado). Lo de la vicepresidente me llama la atención desde el punto de vista institucional por cuanto don Oscar se quedaría en su último año de Gobierno sin sustituto (e impondría un récord con la renuncia de dos vicepresidentes), lo cual de inmediato coloca al presidente del congreso del último año de la administración como vicepresidente en caso de ausencia de Oscar (¿alguien puede dudar de que Pacheco sería ese presidente del Congreso?)
Surge además la figura de Alvarez Desanti, quien erró al irse de Liberación y parece que vuelve a errar en su retorno, pero ojo: Antonio tiene el apoyo del figuerismo, que en Liberación significa Mariano y doña Karen y alguna dirigencia histórica. Si bien no es el mejor tandem político, por lo menos es seguro que van a molestar y bastante en los proceso internos hasta obtener de nuevo cuotas de poder con el fin de preparar el glorioso regreso de Muni o (gulp) José María.
El PUSC luce lo suficientemente seguro de que no tiene chance de ganar la próxima elección, y creo que el proceso electoral será dirigido en dos sentidos: Poner a Rafael Angel en la Asamblea (un político durísimo para liderar una oposición) y además aumentar el número de diputados para no ser simples comparsas del PLN.
En cuanto a los libertos libertarios tienen un serio problema: Su única posibilidad real es aliarse con la Unidad (o al menos con los sectores económicos liberales del cadáver del partido), para tener alguna dirigencia de base. La alianza total es improbable porque NADIE en la Unidad va a aceptar a Otto como candidato. Es más el Libertario y el PAC tienen un problema común: sólo hay un posible candidato presidencial. Y esto es una debilidad, por cuanto sería repetir y repetir la imagen conocida y que falló notoriamente en la última elección.
¿Y el PAC? Con el nuevo “bloque socialdemócrata” (que creo es idea de Rolando para quitarle caudal político al que sería el principal adversario de Johnny, SU HERMANO NO LO OLVIDEN), mucha de su base se está marchando en busca de más verdes (o más bien rojos) pastos. Ottón cuenta con una imagen desgastada, acribillada por los medios durante ya diez años, y que con una testarudez digna de Oscar Arias, insiste en mantener como cabeza de su partido. Si el PAC no propone otro candidato volverá a ser la tercera fuerza política del país, a la par del libertario.