Adquirí El Lado Oculto del Presidente Mora del periodista Armando Araya, atraído por las críticas positivas que sobre él se leen en la prensa. Especialmente, me llamó la atención que frente a la desidia absoluta del Gobierno de celebrar como se debía el sesquicentenario de La lectura del libro nos deja con la sensación de que Mora fue el Bolívar de nuestra patria, y que la oligarquía primero y luego los liberales, se encargaron de aniquilar su figura, porque al fin y al cabo, Juanito era anti-yanqui.
Salvo los libros de Jorge Sáenz Carbonell, pocas veces me he encontrado con un libro de Historia con tantas fuentes bibliográficas tan bien aprovechadas. El estudio de don Armando se basa en documentos obtenidos no sólo en nuestro país, sino además en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Se siente como una investigación realizada con amor a la patria, con cuidado en los detalles y con pasión por el tema. Tal vez con demasiada pasión.
Ese es mi humilde criterio el gran problema del libro. Don Armando ha escrito su libro apasionadamente a favor del Presidente Mora. En su introducción nos narra una discusión con Don Carlos Meléndez en la que señala su duda por la inquina con la cual la historia ha tratado a don Juan Rafael. A partir de ahí leemos el documento de un verdadero paladín defensor de don Juan Rafael, que siento dejó de lado un poco la objetividad al presentar al juicio de la historia al líder de
2 comentarios:
Vargas Araya nunca ha sido objetivo respecto a este tema. Según dijo en una entrevista lleva más de 20 años escribiendo este libro, y lo que publicó no está terminado en realidad.
Más allá de si es o no es apología, mi bronca con Vargas Araya es que no entiende quién es su público. Cuando todavía aparecían sus escritos en la prensa, insistía una y otra vez en usar formas rebuscadas para decir las cosas más simples. Daba lástima cuando las formas rebuscadas las utilizada en sentidos diametralmente opuesto a lo que realmente quieren decir.
Y ahora que estoy leyendo el libro en cuestión, me acuerdo por qué me costaba tanto terminar de leer sus artículos. Las frases rebuscadas, la redacción barroca, la falta de objetividad de cualquier clase.
Lo que me pregunto, y perdón por el cinismo, es qué cosa busca con esta publicación, porque eso de que reivindicar la memoria de Mora no me lo trago así sin agua.
En todo caso, aunque no he leido el libro, es muy claro que sobre el tema prácticamente no hay bibliografía publicada y la que hay es muy escueta sobre la vida del procer, ya era tiempo de una pequeña reivindicación, claro que el capital costarricense ha tratado de ocultar el magnicidio a travez del tiempo, poderoso señor es Don Dinero...
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