Lo mencioné de pasada cuando comenté a Don Cato y cuando criticaba la gran idea de un arquitecto. Este es un libro que me marcó profundamente en mi niñez y que me hace pasar grandes recuerdos y emociones en mi época actual.
Enrique Bottini, el narrador que apenas destaca como protagonista, su amigo Garrone, el gigante bondadoso que sufre en media novela la muerte de su madre, Derossi el superdotado, Stardi el testarudo que decide aprender o reventar y aprende, y el malvado Franti, el criminal infantil que no falta en una escuela, acompañados por el severo maestro Perboni, que tras su barba y su arruga pronunciada en la frente esconde un corazón enorme y una vocación de enseñanza de esas que ya no se encuentran.
Me refiero a Corazón de Edmundo de Amicis (1846-1908), del cual tengo que decir que esta es la única novela que conozco y aunque su biografía menciona varias publicaciones adicionales Cuore es la única que ha pasado la prueba del tiempo. La trama se desenvuelve durante el quinto año escolar de Enrique y sus compañeros, donde la amistad, la enfermedad, la muerte, la valentía, el heroísmo y la patria son tan protagonistas como los muchachos de la Escuela Baretti (que para mis efectos, en mi imaginación siempre fue y será para siempre el edificio metálico).
El diario de Enrique nos guía además un poco por la historia de la nueva Italia, nos presenta al Rey Humberto (hijo de Víctor Manuel), y al héroe Garibaldi. Nos llena además de guía paterna, cuando la madre y el padre de Enrique le escriben notas en su diario, en algunos casos severas, la mayoría aleccionadoras (imagínense en estos tiempo de Sala Constitucional si a un papá se le ocurriera el terrible delito de leer el diario de sus hijos y peor aún, ¡dejarle notas en el!).
Las aventuras de los muchachos son hermosas y excelentemente narradas y como si esto fuera poco, cada mes Enrique debe transcribir un cuento para su clase (nueve en total) y De Amicis nos regala ahí dos de los más maravillosos cuentos de la literatura italiana Sangre Romañola bellísima historia de amor y redención de un niño problemático y De los Apeninos a los Andes, que para los que no lo recuerdan es la historia de un tal Marco que debe viajar a la Argentina a buscar a su madre… (si no lo recuerdan ahí les va una pista… en un puerto, italiano al pie de las montañas…).
¿Por qué les recomiendo un libro de muchachos? Porqué sí en primer lugar (al fin y al cabo es mi cuarto), pero además porque hace un par de años mi esposa y yo nos topamos con la difícil tarea de regalarle algo a un niño que tiene la extraña enfermedad de la lectura (al fin y al cabo se llama Eduardo, cómo no la va a tener) y cuando comenzamos a buscar un libro que le pudiera gustar Corazón saltó del anaquel directo a mis manos y no encontré nada en toda la librería que fuera mejor que ese libro para un muchacho que está llegando a la edad en que puede perder su alma en el Nintendo si un libro no lo rescata.
Y tal vez alguno de ustedes conozca a un niño que quiera leer algo bueno, o tal vez su niño interior le está pidiendo salir a jugar… Enrique lo está esperando en la escuela.
Enrique Bottini, el narrador que apenas destaca como protagonista, su amigo Garrone, el gigante bondadoso que sufre en media novela la muerte de su madre, Derossi el superdotado, Stardi el testarudo que decide aprender o reventar y aprende, y el malvado Franti, el criminal infantil que no falta en una escuela, acompañados por el severo maestro Perboni, que tras su barba y su arruga pronunciada en la frente esconde un corazón enorme y una vocación de enseñanza de esas que ya no se encuentran.
Me refiero a Corazón de Edmundo de Amicis (1846-1908), del cual tengo que decir que esta es la única novela que conozco y aunque su biografía menciona varias publicaciones adicionales Cuore es la única que ha pasado la prueba del tiempo. La trama se desenvuelve durante el quinto año escolar de Enrique y sus compañeros, donde la amistad, la enfermedad, la muerte, la valentía, el heroísmo y la patria son tan protagonistas como los muchachos de la Escuela Baretti (que para mis efectos, en mi imaginación siempre fue y será para siempre el edificio metálico).
El diario de Enrique nos guía además un poco por la historia de la nueva Italia, nos presenta al Rey Humberto (hijo de Víctor Manuel), y al héroe Garibaldi. Nos llena además de guía paterna, cuando la madre y el padre de Enrique le escriben notas en su diario, en algunos casos severas, la mayoría aleccionadoras (imagínense en estos tiempo de Sala Constitucional si a un papá se le ocurriera el terrible delito de leer el diario de sus hijos y peor aún, ¡dejarle notas en el!).
Las aventuras de los muchachos son hermosas y excelentemente narradas y como si esto fuera poco, cada mes Enrique debe transcribir un cuento para su clase (nueve en total) y De Amicis nos regala ahí dos de los más maravillosos cuentos de la literatura italiana Sangre Romañola bellísima historia de amor y redención de un niño problemático y De los Apeninos a los Andes, que para los que no lo recuerdan es la historia de un tal Marco que debe viajar a la Argentina a buscar a su madre… (si no lo recuerdan ahí les va una pista… en un puerto, italiano al pie de las montañas…).
¿Por qué les recomiendo un libro de muchachos? Porqué sí en primer lugar (al fin y al cabo es mi cuarto), pero además porque hace un par de años mi esposa y yo nos topamos con la difícil tarea de regalarle algo a un niño que tiene la extraña enfermedad de la lectura (al fin y al cabo se llama Eduardo, cómo no la va a tener) y cuando comenzamos a buscar un libro que le pudiera gustar Corazón saltó del anaquel directo a mis manos y no encontré nada en toda la librería que fuera mejor que ese libro para un muchacho que está llegando a la edad en que puede perder su alma en el Nintendo si un libro no lo rescata.
Y tal vez alguno de ustedes conozca a un niño que quiera leer algo bueno, o tal vez su niño interior le está pidiendo salir a jugar… Enrique lo está esperando en la escuela.
3 comentarios:
Vallo, El cuarto me gusta, el desorden es tuyo, yo no te voy a ayudar! ....Ahora sobre Corazon, debo confesar que este libro me dio muy buenas razones para disfrutar "Teatro del Oeste" y la "Marina de McHale" y los muy viejos "Tales of The Genie"....Mi interes por la lectura se deshizo con aquel personaje tan soso e irreal....el guila este era más buenazo y aburrido. Distinto fue descubrir a Huck Finn o luega a Sandokan. El que definitivamente me dejo en el lado de la lectura fue Marcos Ramirez. Si fuera por Corazon, yo estaria esperando el regreso de "Candy" la que nunca vi.
Franklin Paniagua
Casualmente en 1979 me regalaron este libro en mi primer año de Colegio. Estaba ahí entre mis libros, deliciosamente olvidado, hasta que tu comentario me lo recordó y me recordó a mi hijo, a quien quiero enfermar como al tuyo. Ya lo eché en la valija para darselo en la noche. Esperemos que seamos cuatro los que disfrutan Corazon. ffallas.
Eduardo, de paso agradecerte por el regalo a mi hijo (supongo que es el Eduardo de la historia), te comento que lo esta disfrutando.
Por cierto, en YouTube esta cuando Marco encuentra a su mama y mi hija (que nunca vio la serie original) estaba llorando viendo la escena, como que un clasico es un clasico...
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