Me sirvió también para reencontrarme con el Oscar Arias por el que yo voté. Aquél político lleno de ideales de paz y justicia para América Central que contra todos los pronósticos venció a Calderón en el 87 y a Reagan en el 87, el 88 y el 89.
El relato de don Guido es ameno, personal. Cargado del estilo periodístico que en ocasiones tiende a lanzarse una que otra flor a su persona por el papel preponderante que jugó como embajador en Washington. El único pecado que le encuentro al libro es que ignoró olímpicamente un factor preponderante de todo el proceso de paz en Centroamérica: El boicot casi traidor que La Nación hizo durante tres años al proceso (al fin y al cabo don Guido fue su director por muchos años por lo que no quiso morder aquella mano). Por lo demás un excelente relato periodístico de un tiempo ido.
Faltan detalles que alguna vez conocimos en la Universidad. Guido se centra más en el escenario de Washington que en el de Esquipulas o San José. Olvida las presiones que sufrió Azcona por parte de EE.UU. para que no se plegara al plan. Pone como un héroe a Napoleón Duarte (que sin embargo llenó de vergüenza a toda Centroamérica al besar el pabellón norteamericano en la Oficina Oval ante la mirada divertida de Ronny). No menciona lo duro que era Oscar para negociar en los momentos cumbres (hay una anécdota documentada en algún periódico: Azcona abandonó la reunión de San José en el 88 con el fin de enterrar el plan de paz, Oscar, actuando como si nuestro país hubiera tenido ejército, decidió ordenar el cierre del aeropuerto Santamaría para que el avión de Azcona no pudiera salir y forzarlo a volver a la mesa de negociación). Pero en general, el libro es bueno porque nos recuerda una verdad que creo que no ha cambiado a la fecha de hoy y que es la conclusión del libro de don Guido.
Los Estados Unidos no conocen la realidad de Centroamérica. No la conocían en los ochenta, no la conocen hoy en día. Nunca les ha interesado conocerla. Ellos sólo quieren que en Centroamérica se haga una cosa, lo que ellos dicen…
El libro es una publicación de la Editorial Costa Rica. Y debe andar por ahí…
3 comentarios:
Lo encontraste?
Se dice que "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla", sin embargo se trata de una historia complicada, llena de tergiversaciones por parte de la prensa, de decisiones tomadas por políticos al calor del momento...
De verdad que es difícil tratar de informarse y buscar esa "historia".
Qué conocen los gringos de historia o geografía??? Ni hablar de cultura. Sólo un verdadero líder visionario podría haber logrado los tratados de Esquipulas y hacer elecciones libres en Nicaragua y El Salvador. Ahora comienza un nuevo ciclo con el ALBA y las mascotas de Chávez, no es una guerra fría, pero es puede ser más nociva.
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