martes, diciembre 26, 2006

Algo diferente

Normalmente, despertarse en la mañana a las seis después de haber trasnochado es un poco incómodo. Normalmente es menos agradable si la noche anterior has atacado una cena con la intención de poner al cerdo entre las especies en peligro de extinción, mientras tu anfitrión parece empecinado en que acabes todas las reservas de vino de su casa. Normalmente, las seis de la mañana después de ese atracón no suele ser una buena hora del día.

Pero es tan diferente cuando te despiertas y los miras rompiendo el papel de regalo. Especialmente cuando tu hija descubre cada regalo con una alegría indescriptible y reacciona como si acabara de descubrir un tesoro tan grande que nunca había esperado encontrar.

Ahí se te olvida la falta de sueño, el dolor de estómago (y de cabeza) y todos tus males, y te vuelves a sentir niño y te acuerdas de cuando eras vos el que estaba sentado en el suelo descubriendo tesoros, y entonces te juntas con ellos y te pones a jugar…

jueves, diciembre 21, 2006

Ya se nos olvidó el precio

Anoche veía en la Televisión Española un repaso de las mejores imágenes que esa empresa ha transmitido en los últimos cincuenta años (recomiendo el especial por su calidad). La imagen número veinte me llamó la atención, por cuanto en mi criterio debió ser la número uno: El día en que la TVE transmitió en directo desde el Congreso el momento justo en que los militares entraban a tiros y realizaban la intentona de un golpe de Estado (23 de febrero de 1981) en plena Guerra Fría.

En ese momento algo en mi cerebro me recordó que ese era el riesgo de la democracia incipiente. Que España estaba viviendo en carne propia los avatares de toda democracia recién creada después de una dictadura militar. Que las imágenes de ese Congreso Español de seguro eran las mismas que se tuvieron que presentar (aunque no por televisión) en Congresos o Palacios de Gobierno en Sudamérica, África, el sudeste asiático y por supuesto nuestra América Central y el Caribe. La mayoría de las veces los militares lograban sus cometidos y luego serían sustituidos por otros militares después de un nuevo Golpe. Lo llamativo es que en la mayoría de las dictaduras que conocimos en la Guerra Fría, el Golpe de Estado era seguido por unas elecciones “libres” en las cuales ¡oh casualidad! era elegido el generalote que había encabezado el Golpe (en esto hay que reconocerle a Pinochet y a Fidel el mérito de nunca andarse con la hipocresía de hacer elecciones).

Sigo con la imagen de TVE: Cientos de miles de españoles salieron a las calles a oponerse al Golpe, a jugarse la vida por la democracia, sabiendo que si los militares apoyaban la intentona, la orden de ¡Fuego! en contra de los civiles podía aparecer en cualquier momento, pero aquella Nación oprimida por tanto tiempo por el Franquismo no quería que le quitaran su democracia, y salieron a la calle a defenderla a muerte. España reaccionó como una sola para defender su recién creada República y por segunda vez en su vida el Rey Juan Carlos prefirió la democracia y se ganó el respeto eterno de todos los españoles.

Ese, señores, es el precio de la democracia, el precio que cualquier pueblo tiene que pagar cuando se la van a arrebatar: El precio es salir a la calle y como valientes estar dispuestos a luchar por ella. Es el precio que han pagado con sangre, con cárcel o con muerte, muchos demócratas en todo el mundo. Es el precio que cualquier ciudadano responsable debe estar dispuesto a enfrentar.

Hoy los Golpes de Estado no se dan por medio de los militares. Hoy los hacen más sutiles, pero siempre rompiendo el orden constitucional y siempre haciendo las elecciones para aparentar democracia. Hoy es pecado salir a las calles a oponerse a un Gobierno.

España tenía apenas unos años de saborear la República y casi se la roban, su pueblo estaba dispuesta a defenderla a muerte…


¿Estamos dispuestos los costarricenses a pagar ese precio?

miércoles, diciembre 20, 2006

Sabiduría:


“Quien es más de derecha va quedando (con la edad) más de centro y quien es más de izquierda va quedando socialdemócrata, menos de izquierda. Y las cosas van confluyendo de acuerdo con la cantidad de cabellos blancos que van surgiendo y de las responsabilidades que uno va asumiendo, Si uno conoce a una persona muy vieja izquierdista es porque tiene algún problema. Si conoce a una persona muy joven de derecha es porque también tiene algún problema”

Aunque Lula ha señalado que su comentario era una muestra de humor, para quien escribe fue una muestra de sabiduría tan grande que algunos cerebros reducidos no han podido entenderlo.

jueves, diciembre 14, 2006

Desempolvando la Biblioteca (6)

Diciembre es un buen mes para leer. Por lo general uno puede sacar tiempo en las noches para ponerse al día con las lecturas y trasnochar un poco por cuanto no existe la obligación de madrugar mucho al día siguiente (además leer de noche en diciembre también ayuda a evitar ver Televisión Nacional en el fin de año). Para este mes tengo un par de recomendaciones de la biblioteca del Cuarto:

Canción de Navidad. Charles Dickens

A Christmas Carol se traduce literalmente como un villancico, pero la tradición navideña hispano parlante la ha transformado en Canción de Navidad, Cuento de Navidad y nombres similares. Lo importante es que para este servidor, una navidad sin el Señor Scrooge pierde su sabor. Lamentablemente, este cuento de Dickens creo que tiene unas setenta y tres versiones cinematográficas (algunas memorables, otras olvidables y hasta con los Muppets o Rico Mac Pato como protagonistas), lo que ha hecho que la trama sea demasiado conocida como para despertar el interés por el cuento escrito.

Sin embargo, uno no debe olvidar que Dickens es uno de los mejores escritores de habla inglesa, y que en este pequeño cuento desarrolla todas sus habilidades, principalmente en los diálogos entre los personajes (las películas nunca han sacado provecho del verbo de Scrooge, por cuanto han privilegiado la imagen sobre la palabra, como siempre ocurre en el cine). Además, no deja de ser retador dejar que la imaginación nos lleve por el camino del viejo Evenezer hacia la redención, especialmente por cuanto el detalle de la narración nos conduce hacia los sentimientos de Scrooge, y sentimos su avaricia, su trizteza, su nostalgia y su enorme temor por la muerte.

Este cuento está siempre a disposición en las librerías y en casi todas las bibliotecas virtuales en Internet, por lo que no pierda tiempo, hay un viejo avaro y cuatro fantasmas esperándolo en una callejuela de Londres en esta nochebuena.

Shogun. James Clavell

A veces la televisión hace cosas buenas. A principio de los ochenta en canal 6 dieron una miniserie protagonizada por Richard Chamberlain acerca de un pirata holandés que naufraga en las costas del Japón durante la época preliminar a una guerra civil. La miniserie era notable por lo que al saber que estaba basada en un libro, mi familia decidió encontrar la novela.

Clavell es un autor británico cuyas mejores obras (Shogun, Tai Pan, La Casa Noble) se desarrollan en el pacífico asiático. Ubicada en el Japón feudalista de 1600, Shogun es una novela que narra las aventuras del Capitán Blackthorne, pirata políglota holandés al servicio de su majestad la Reina de Inglaterra, con patente de corzo para saquear cualquier buque español o portugués que se encuentre en la Mar (aquí vale hacer una explicación, para los españoles y portugueses, Blackstone es un pirata, para los ingleses es un comerciante).

Siguiendo la ruta de comercio de los españoles a oriente por el estrecho de Magallanes, Blackthorne naufraga en Japón, en una pequeña villa que pertenece a los dominios del Gran señor Toragana. Ahí, por diversas circunstancias, será parte de los juegos políticos de los daínos (señores Feudales) japoneses que se preparan para un conflicto armado entre Toragana e Ishido, el otro gran señor feudal que por el momento comparten el poder ante el vacío dejado por la muerte del Taiko, quien fuera el hombre que trajo la paz a Japón.

Blackthone será obligado a transformar su cultura europea por la japonesa, recibirá un nombre japonés (Anjin-san, que significa piloto) y por su valentía en salvar la vida de Toragana le conferirán el grado de Hatamoto y pasará a formar parte de la elite de los guerreros Samurai. En el ínterin, se enamorará de la mujer equivocada, se enfrentará a enemigos poderosos (incluyendo por supuesto a los malos de la película para cualquier inglés: La Iglesia) y transformándose poco a poco en un japonés más, dejando de lado su ser europeo.

Excelente libro basado en no pocos hechos históricos reales y que nos presenta de frente el dilema del conquistador que se topa una cultura que no sólo no puede ser conquistada, sino que además es capaz de sacar a cualquier colonizador a patadas de su territorio. Además presenta muchos elementos de la cultura japonesa y las tradiciones milenarias del Samurai. Uno se queda con la sensación en todo el libro de que los occidentales son unos salvajes, incapaces de entender una cultura que les gana en historia por más de cinco mil años.

Recomendación Final: Alberto Cañas.

Este servidor espera poder regalarse esta navidad “80 años no es nada”, las memorias de don Alberto Cañas. Siempre he sido un gran admirador de su teatro (no creo que nadie logre escribir en nuestro país algo tan bueno en teatro como En agosto hizo dos años), de su columna Chisporroteos y me parece que Los Molinos de Dios es una de las novelas mejor escritas de nuestra historia. Pero así como esperaba ansioso las memorias del trotamundos novelista y ajedrecista Joaquín Gutiérrez (que lamentablemente quedaron inconclusas), las memorias de don Alberto tienen que ser un documento muy valioso sobre la visión de Costa Rica en las palabras de un costarricense enamorado de la patria, crítico incansable y político activísimo, que además fue un respetable Abogado Penalista (Para los que no lo saben él es el “Cañas” de Facio-Cañas, ese bufete baluarte del Neoliberalismo Posmoderno) hasta que se retiró prematuramente para entregarse de cabeza a su pasiones predilectas: el periodismo, la escritura y la política. Su forma franca y directa de pensamiento, que le permite decir las cosas sin pelos en la lengua y su filosofía de rechazar la estupidez en todas sus presentaciones lo hacen un autor valioso para cualquier biblioteca.


Recomiendo su novela, su teatro y sus cuentos. Y recomiendo su columna periodística, la cual lamentablemente sale en la República, que ha degenerado en una Revista de Negocios, por lo que pueden leerlo en el sitio de Tribuna Democrática.

martes, diciembre 12, 2006

Escuchar al Parlamento


Por lo general, tres o cuatro días a la semana estoy en mi carro a las tres de la tarde para un viaje de unos veinte o treinta minutos (dependiendo de las presas). Desde hace unos meses decidí que durante ese período me acompañaría Radio Nacional (101.5 FM) con el fin de escuchar la primera parte de la sesión parlamentaria de nuestra Asamblea Legislativa.

¿Masoquismo? No. Me jacto de ser profesor de Teoría del Estado, que el la parte de la ciencia política que se mete con el Derecho, y por lo general en ese curso trato de inculcarle a mis alumnos el interés por la realidad política de nuestro país. Por aquello de practicar con el ejemplo decidí ponerme al día con el Parlamento, aunque fuera el inicio de la sesión, que en mi criterio es la parte más interesante por cuanto se procede a ejercer por parte de los Diputado la agenda del denominado control político.

Los resultados son variados. Por un lado en ocasiones uno llega a escuchar en los discursos de los diputados una excelencia académica y política que sorprende. Por ejemplo a finales del año pasado cuando la Sala Constitucional emitió su dictamen sobre el Tratado de Libre Comercio con el CARICOM, donde le quitó al Parlamento la capacidad de introducir cláusulas interpretativas, la disertación que hizo don José Miguel Corrales sobre el control de constitucionalidad y las funciones del Parlamento y de la Corte eran dignas de ser presentadas en cualquier cátedra de Derecho Constitucional.

Además la etapa de control político trae a la palestra denuncias en contra del Gobierno (algunas que son realmente graves y que por arte de magia nunca aparecen en los medios de comunicación) y en cuanto a lo negativo una serie de discursos de carácter político la mayoría de los cuales pueden olvidarse rápidamente.

En la presente legislatura me ha llamado la atención el manejo del plenario que hace don Francisco Antonio Pacheco, el debate es fluido, el control de tiempo estricto y los recesos son razonables. Por lo general cuando los diputados de oposición le reclaman su actuación como Presidente del Directorio don Francisco toma dos vías: O los ignora olímpicamente o les hace un comentario que en el acta se verá escrito muy bien (“muchas gracias por su recomendación señor Diputado”) pero cuyo tono, me recuerda la época en que este abogado fue estudiante del Dr. Pacheco y que es idéntico al tono usado por él cuando algún estudiante le decía alguna barrabasada.

Lo que siempre me ha llamado la atención es que TODOS los diputados cuando llegan al parlamento cambian su forma de hablar (creo que con la excepción del los ex diputados Corrales Bolaños y Mario Carazo), usted los conoce en la universidad, en entrevistas en Televisión, etc. Ellos hablan normalmente como usted o como yo. Tal vez incluso con un mejor manejo de ciertos temas. Pero puestos frente al micrófono de su curul adoptan lo que he dado en llamar El Tono del Discurso Parlamentario.

Usted los ha oído. El Tono es mitad hablar a gritos y mitad demagogia. Implica una especie de cantadito cansino que siempre lleva la muletilla de “Compañeros y compañeras diputados”. Esto es particularmente insoportable cuando el discurso es carente de contenido y se está ejerciendo el derecho de los diputados de hablar por cuarenta minutos cuando lo que se desea es atrasar la votación de un proyecto. La semana pasada me toco escuchar al Diputado Alberto Salom, por lo general una persona de un verbo muy correcto, transformado en un gritón de plaza pública en su discurso de defensa de la decisión de su partido (PAC) en darle el apoyo a Dallanese para la Magistratura de la Sala III. En ese caso, el contenido del discurso quedó aniquilado bajo los gritos desaforados del diputado, que al igual que todos sus colegas, parece confundir el hablar duro con el hablar bien. El Tono de hecho no sirve para nada, por cuanto es conocido que la mayoría de los diputados no presta atención a los discursos del Parlamento, y en la radio se oye peor aún.

A nivel anecdótico valga decir, el discurso del diputado Salom cayó en el vacío, por cuanto don Francisco Antonio lo cortó en seco al terminar la fase de control político (que termina a las 4:00 p.m. en punto) y pasó de inmediato a la discusión de proyectos. Estoy casi seguro que al día siguiente don Alberto retomó el discurso en el punto en que fue interrumpido y en el mismo tono, el tono del discurso parlamentario.

viernes, diciembre 08, 2006

Comentarios Cortos

Según la portada de la Extra ayer, nuestro Presidente piensa que todos los que están en contra del TLC con los Estados Unidos son satánicos. La democracia funciona a niveles infernales hoy en día.

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Las elecciones de Alcalde fueron un éxito en el cantón de Turrubares, que tuvo un abstencionismo de menos del 25%. En el resto del país, al 85% de los costarricenses les importó un bledo quién ocupa el cargo de Alcalde. Por supuesto en tres meses esperen las protestas en algunos cantones porque nadie recoge la basura. La democracia se nos está muriendo de aburrimiento pero a nadie le importa.

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Salió el aguinaldo a la calle y con él los rateros, ladrones de casas, carteristas, etc. etc. La democracia que no garantiza la seguridad de los ciudadanos puede caer en manos de un dictador.

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La prensa rosa (¿hay otra en nuestro país?) nos informa que las diputadas están modificando sus cuerpos a base de silicona. Si le sumamos lo anterior al acoso, a los diputados de la legislatura anterior y presente con causas penales pendientes, a la demagogia que se escucha cada tarde por Radio Nacional, etc. etc…. ¿en manos de quién está la democracia?

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Nuestro Presidente andaba en Washington entrevistándose con Mr. Bush. El comentario más inteligente del gringo fue elogiar la belleza de la jefa de prensa costarricense. En manos de quién está la democracia más poderosa del mundo… ¿perdón dije democracia?

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Y para finalizar una nota científica para variar lo lúgubre de estos comentarios: De acuerdo con las agencias internacionales, un descubrimiento médico sin precedentes ha ocurrido la semana anterior en Chile. Según los primeros resultados un sujeto vil y miserable ha sufrido un ataque al corazón a pesar de pruebas irrefutables que demuestran que nunca ha sido capaz de tener ese órgano, por cuanto decidió arrancárselo él y a todos los chilenos el once de setiembre de 1973...