jueves, diciembre 21, 2006

Ya se nos olvidó el precio

Anoche veía en la Televisión Española un repaso de las mejores imágenes que esa empresa ha transmitido en los últimos cincuenta años (recomiendo el especial por su calidad). La imagen número veinte me llamó la atención, por cuanto en mi criterio debió ser la número uno: El día en que la TVE transmitió en directo desde el Congreso el momento justo en que los militares entraban a tiros y realizaban la intentona de un golpe de Estado (23 de febrero de 1981) en plena Guerra Fría.

En ese momento algo en mi cerebro me recordó que ese era el riesgo de la democracia incipiente. Que España estaba viviendo en carne propia los avatares de toda democracia recién creada después de una dictadura militar. Que las imágenes de ese Congreso Español de seguro eran las mismas que se tuvieron que presentar (aunque no por televisión) en Congresos o Palacios de Gobierno en Sudamérica, África, el sudeste asiático y por supuesto nuestra América Central y el Caribe. La mayoría de las veces los militares lograban sus cometidos y luego serían sustituidos por otros militares después de un nuevo Golpe. Lo llamativo es que en la mayoría de las dictaduras que conocimos en la Guerra Fría, el Golpe de Estado era seguido por unas elecciones “libres” en las cuales ¡oh casualidad! era elegido el generalote que había encabezado el Golpe (en esto hay que reconocerle a Pinochet y a Fidel el mérito de nunca andarse con la hipocresía de hacer elecciones).

Sigo con la imagen de TVE: Cientos de miles de españoles salieron a las calles a oponerse al Golpe, a jugarse la vida por la democracia, sabiendo que si los militares apoyaban la intentona, la orden de ¡Fuego! en contra de los civiles podía aparecer en cualquier momento, pero aquella Nación oprimida por tanto tiempo por el Franquismo no quería que le quitaran su democracia, y salieron a la calle a defenderla a muerte. España reaccionó como una sola para defender su recién creada República y por segunda vez en su vida el Rey Juan Carlos prefirió la democracia y se ganó el respeto eterno de todos los españoles.

Ese, señores, es el precio de la democracia, el precio que cualquier pueblo tiene que pagar cuando se la van a arrebatar: El precio es salir a la calle y como valientes estar dispuestos a luchar por ella. Es el precio que han pagado con sangre, con cárcel o con muerte, muchos demócratas en todo el mundo. Es el precio que cualquier ciudadano responsable debe estar dispuesto a enfrentar.

Hoy los Golpes de Estado no se dan por medio de los militares. Hoy los hacen más sutiles, pero siempre rompiendo el orden constitucional y siempre haciendo las elecciones para aparentar democracia. Hoy es pecado salir a las calles a oponerse a un Gobierno.

España tenía apenas unos años de saborear la República y casi se la roban, su pueblo estaba dispuesta a defenderla a muerte…


¿Estamos dispuestos los costarricenses a pagar ese precio?

3 comentarios:

Unknown dijo...

Con lo consumistas que nos hemos vuelto...

roche dijo...

38 votos?

Francisco Antonio Pacheco dijo que la comision de asuntos tecnicos dió el visto bueno para que se aprobara con 29 votos

Anónimo dijo...

Que viva siempre Franco