martes, mayo 02, 2006

1º de Mayo.

Ayer era feriado.

Ayer era un día para pasar con la familia, jugar con los hijos, recordarles que el feriado existe porque una gente tuvo que morir luchando para que sus papás puedan trabajar con un mínimo de derechos.

Ayer pasé el día con mis hijos. Le leí por enésima vez el cuento de la Bella Durmiente a mi hija de tres años y me maravillé por lo grande y hermoso que está mi hijo de cuatro meses. Almuerzo en familia aderezado con la lista de los seleccionados. Guimaraes interrumpe los noticieros dejando de lado todas las demás noticias del día.

Por la tarde, descanso, luego pasear con mi esposa y mis hijos para terminar en una pesadilla de supermercado tratando de comprar algunas cosas junto con aproximadamente tres y medio trillones de personas que pensaron hacer lo mismo a las cinco de la tarde.

De vuelta a casa a cenar. Ver televisión un rato con mi hija, ayudar a dormir al bebé. Termino el día calificando los exámenes de mis estudiantes que esperan sus notas finales para mañana. A las once, pongo las noticias y ahí está por fin. El resumen del discurso del Presidente.

Y me doy cuenta que ese fue el hecho menos trascendente del día para mí… y creo que para el resto de la población salvo los 57 diputados y los demás invitados que estuvieron en el Parlamento. Intrascendencia total del informe final de un Presidente que está por entregar su mandato. Incluso yo, pienso, el estricto profesor universitario que clamo a mis estudiantes de Derecho que no dejen de seguirle el pulso político al país he sido víctima de la indiferencia absoluta por este gobierno.

Ese señores, es el último logro del Presidente Pacheco (el que cierra nuestra lista). Ya no nos importa lo que haga el Presidente (con tal de que no joda mucho). Y es un logro peligroso, porque la indiferencia suele ser el primer síntoma que señala la muerte de la Democracia. No puede ser que nuestra democracia comience a morirse por ese mal (entre la indeferencia y una guerra civil o una invasión prefiero las últimas, porque al menos estaremos luchando, la indiferencia mata de aburrimiento).

Por el momento, voy a buscar el texto del discurso, y a revisar un poco las noticias y criticar otro poco más. Al parecer no estaba vacunado contra la indiferencia, pero voy a tratar de curarme.

1 comentario:

enarvaez dijo...

Como hablaba con mi esposa ayer, lo que hay que hacer es ver al futuro y darle gracias a Dios que no pasó nada peor en estos cuatro años de "Abelito"..